Madrid.

Dice Álex de la Iglesia que es su comedia total, una tragedia grotesca de personajes conducidos directamente al abismo y orquestada, a su manera, por el cantante Raphael. En esta ciudad se estrenará, el viernes, Mi gran noche.

Raphael es un símbolo que de alguna manera representa una parte de la historia de España, dice el director en entrevista. Hacía más de cuatro décadas que no participaba en una película; cuando él y su coguionista de cabecera terminaron el libreto, llegaron las dudas. ¿Y si no quiere? Lo más normal es que diga que no. Estábamos nerviosos, dice el director de 800 balas. “Pero entonces dijo: ‘Sí, lo hago’; tuve que preguntarle, ‘¿Pero lo has leído?’ ‘Sí, y lo hago, era Raphael o al cajón”. Y el cantante no defraudó.