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Compañía integrada por cuatro bailarines con limitaciones físicas que fue ovacionada en el FIC

Candoco crea formas de movimiento y demuestra que la danza es para todos

Crear obras atrevidas e insospechadas es la misión del grupo codirigido por Stine Nilsen

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Candoco presentó dos coreografías en Guanajuato en el contexto del Año Dual México-Gran BretañaFoto Gabriel Morales/FIC
Enviada
Periódico La Jornada
Sábado 17 de octubre de 2015, p. 3

Guanajuato, Gto.

Estar en silla de ruedas, usar muletas, carecer de una pierna, un brazo, o tener este último de un tamaño reducido, no es un impedimento para bailar. Tampoco ser alto, chaparro, gordo, flaco, blanco, negro, amarillo, rojo, británico, estadunidense, francés, etcétera.

La compañía inglesa Candoco, integrada por cuatro bailarines con discapacidad y tres que no tienen ninguna a la vista, parte del principio de que todos somos iguales y de que la danza contemporánea tiene que ver con encontrar nuevas maneras de moverse, al decir de Stine Nilsen, codirectora artística. De allí que nuestra compañía abraza las diferencias con el objeto de crear un nuevo vocabulario respecto del movimiento.

Grato recibimiento del público

Fundada en 1991 por Celeste Dandeker-Arnold, bailarina en silla de ruedas, y Adam Benjamin, Candoco ofreció una sola actuación en el 43 Festival Internacional Cervantino (FIC), como parte del Año Dual México-Gran Bretaña. La función, realizada en el Auditorio del Estado, fue vitoreada desde un principio por un público deseoso de celebrar este concepto novedoso.

La misión de la agrupación es crear obras contemporáneas emocionantes, atrevidas e insospechadas, expresó Nilsen en rueda de prensa previa. A lo largo de los años han trabajado con distintos coreógrafos a quienes se acercan con la creencia de que se animarán a enfrentar la danza de otra manera.

Candoco trajo a Guanajuato dos obras. La primera, Beheld, que Nilsen tradujo como respetar, admirar, coreografía de Alexander Whitley, torbellino de movimiento, cuya escasa iluminación ayuda al espectador a traspasar la frontera mental de la condición física. Un momento culminante es cuando la bailarina Tanja Erhart deja a un lado sus muletas y, apoyada en una sola pierna, interactúa con una cortina de aspecto metálico.

Creemos que la danza puede funcionar para todo el mundo, que hay una forma para que cualquier persona pueda expresarse por medio del movimiento, ya sea que tenga una dificultad mental o una enfermedad, aseguró Nilsen. A la vez que la diversidad, la mezcla de diferencias, enriquecerán la forma artística.

La segunda obra, Let’s talk about dis, de Hetain Patel, fue un estreno para Guanajuato. Aunque en el programa de mano el título se tradujo como Hablemos ‘esto’, en realidad se trató de hablar de la dis(capacidad). Así que fue mucho más teatral y lleno de diálogos que tratan y cuestionan la forma en que la sociedad percibe y califica a las personas como discapacitados.

Con mucho humor, mientras una de las bailarinas habla abiertamente de sus limitaciones, otro miembro de la compañía encuentra difícil decir que es alto, mientras su compañera no lo es tanto.

Todos los bailarines de Candoco son profesionales y viven de su trabajo. Además, son seleccionados por su talento, sus habilidades y su compromiso, explicó Nilsen. En la audición más reciente tuvieron 200 solicitudes y 25 llegaron a la etapa final.

Una de las tareas de la compañía es dar talleres y acudir a escuelas con el fin de que todos experimenten y desarrollen sus talentos.