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Es un campo que incorpora instrumentos nuevos, como el sixxen, en Pléyades, de Xenakis

Las percusiones son el niño salvaje de la música, afirma Ayin Huang

La pieza del músico greco-francés se integra en la segunda parte del concierto que ofrecerá hoy la Academia Cervantina, que dirige Iván Manzanilla, en el festival internacional

Enviada
Periódico La Jornada
Lunes 12 de octubre de 2015, p. a11

Guanajuato, Gto.

Para tocar Pléyades (1979), una de las obras de percusión más destacadas de Iannis Xenakis (1922-2001), hay que construir un sixxen, instrumento inventado por el compositor greco-francés que consta de 19 barras de aluminio o bronce y acero, afinadas de manera microtonal, dispuestas en forma de teclado, que se toca con martillos metálicos.

Para la inclusión de Pléyades en el concierto del hoy en el 43 Festival Internacional Cervantino, a cargo de la Academia Cervantina, en la Universidad de Guanajuato, un fabricante de Monterrey se animó a reproducirlo, expresó el maestro y percusionista mexicano Iván Manzanilla en rueda de prensa.

Es la segunda ocasión que se presenta esta obra en México. La primera fue hace seis o siete años con el grupo Tambuco. Obviamente hay buen número de sixxens dispersos por el mundo.

Pléyades integra la segunda parte del programa que será interpretada por la reconocida percusionista china-canadiense Aiyn Huang, Manzanilla y cuatro jóvenes músicos (uno del Distrito Federal y tres de Guanajuato) seleccionados para participar en la Academia Cervantina.

La primera parte, compuesta por obras de Steve Reich, con quien ha colaborado Huang, Darius Milhaud, Gerard Grisey, Edgar Varese y Édgar Barroso, es de una expresión mucho más teatral, humana y personal. Hay historias. Todas las obras tienen que ver con la actividad humana, apuntó Manzanilla.

Mientras tanto, la obra de Xenakis tiene otro enfoque respecto de la música. Titulado de ingeniero en el Instituto Politécnico de Atenas, Xenakis se vio forzado, por su actividad política, a exiliarse en París en 1947. Durante 12 años fue colaborador del arquitecto Le Corbusier.

Al mismo tiempo se interesó por la composición musical y estudió en el Conservatorio de París, bajo la dirección de Oliver Messiaen, quien le aconsejó: Usted tiene la buena fortuna de ser griego, de ser arquitecto y de tener las matemáticas superiores estudiadas. Aproveche esas cosas en su música. El enfoque de Xenakis coincide con el tema del FIC: La ciencia del arte, el arte de la ciencia.

Huang, por su parte, consideró que la percusión es aún un campo joven, ya que apenas empezó a desarrollarse en los años 30 del siglo pasado. A través del tiempo ha avanzado mucho, de manera amplia, incorporando instrumentos antes prohibidos, o limitados, por otros más clásicos. De alguna manera somos el niño salvaje de la música, indicó.

Antes de la llegada de Huang a México –ésta es su cuarta visita–, los cuatro alumnos habían ensayado por su lado; sin embargo, con ella se desarrolló un sentido de ensamble. Para Manzanilla se trata de una experiencia que va a marcar su carrera.

Pablo Gómez, responsable de la Academia Cervantina, creada el año pasado, explicó que ésta tiene como principal propósito la formación de músicos profesionales especializados en música contemporánea. Creemos que en México, en general, hay mucho apoyo para compositores, pero hay menos oportunidad para que los intérpretes se desarrollen en esta especialidad. Este año la Academia Cervantina se divide en dos partes: la percusión y la de un ensamble grande, agregó.