on el gobierno federal defendiéndose como gato boca arriba de los señalamientos puntuales de los expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos sobre desapariciones forzadas y violación a derechos humanos, así como del incremento de la pobreza en todo el país; mientras el gobierno local batalla con el caos que va en aumento en calles y avenidas de la capital, es un acto de legítima defensa sicológica buscar buenas noticias en medio de tantas malas, entre otras razones, para no contribuir a ensombrecer más el panorama político de la ciudad y del país.
Debemos, es cierto, estar atentos a los pasos iniciales de los nuevos jefes delegacionales de Morena, en Azcapotzalco, Cuauhtémoc, Tlalpan, Tláhuac y Xochimilco (todos en lengua mexicana). Los reflectores escundriñarán su trabajo, indagarán si cumplen las expectativas despertadas. Emprenden sus administraciones con cautela, dispuestos, de acuerdo con los principios de su partido, a ser pioneros en el cambio que tanto urge en todo el país. También estarán ocupados, al menos por un tiempo, en desmantelar el campo minado heredado por sus predecesores, expertos en intrigas, problemas y desfalcos.
Buscando, buscando y dejando para más adelante el tema de los nuevos delegados, encontré la noticia del oportuno aviso dado por el secretario de Desarrollo, José Ramón Amieva, quien, ante la Asamblea del DF, ratificó la decisión de mantener en vigor, pese a la crisis, todos los programas sociales capitalinos.
Al proseguir con la búsqueda, doy con otra noticia buena para mantener el ánimo en alto; me alegró el día y no sólo por sentirme aludido por el tema. Se trata de la participación de Rosa Icela Rodríguez Velázquez, secretaria de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades, como panelista en la reunión de la Conferencia Regional sobre Población y Desarrollo de América Latina y el Caribe, a la que fue invitada por la Cepal.
El encuentro se ocupó del envejecimiento de la población y la importancia de atender a los adultos mayores dependientes de otras personas para su supervivencia o al menos para mantener una vida digna y humana. Según expertos, en menos de cinco décadas los mayores de 60 años seremos 60 por ciento de la población total.
Es lógico que dado el aumento de la esperanza de vida mas allá de los 70 años, la preocupación por atender a los adultos mayores que requerirán el cuidado de la colectividad de la que forman parte y a la que han aportado trabajo, ideas y solidaridad, irá en aumento. El tema tratado por Rodríguez Velázquez es para ella conocido, así pudieron apreciarlo los asistentes al panel en el que participó, el interés por el asunto no le es novedoso ni desconocido.
Los datos principales, de estadísticas y tendencias del futuro crecimiento de la población de adultos mayores en México corrieron a su cargo; los presentó ya anteriormente en la obra de la que es coautora junto con Sandra Huenchuan Navarro. Se trata de un estudio bien informado que se publicó con el título Necesidades de cuidado de las personas mayores en la Ciudad de México; el libro fue publicado bajo los auspicios de Naciones Unidas. Su enfoque novedoso consiste en considerar la atención como uno de los derechos humanos de quienes por su condición requieren la solidaridad y ayuda por sus limitaciones. Al igual que a los niños, a los ancianos se les debe garantizar el derecho a la atención y al cuidado.
La secretaria de Desarrollo Rural y Equidad aportó los datos duros, números, tendencias de crecimiento y análisis de la franja poblacional de adultos, que en un futuro, el cual nos pisa los talones, tendrán necesidad de cuidados por parte de instituciones y personas especializadas. En el libro está el diagnóstico; el remedio se busca en el trabajo cotidiano de la co-autora que entre otras funciones tiene la de dar soluciones y evitar que problemas como el aquí mencionado nos rebase.
