Sociedad y Justicia
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DF, Monterrey y Guadalajara, con el mayor número de especialistas, dice subsecretario

Sus habilidades, no la cantidad de médicos, garantizan una buena atención en salud
 
Periódico La Jornada
Martes 15 de septiembre de 2015, p. 33

Tener muchos médicos no garantiza necesariamente a un país buena atención en salud; también intervienen variables como las necesidades de la población y la distribución de los doctores y su productividad, consideró Eduardo González Pier, subsecretario de Integración y Desarrollo del Sector Salud.

En entrevista con La Jornada, detalló que cada año egresan en México 14 mil médicos generales y de ellos 7 mil lograrán un lugar en una de las 78 especialidades. Añadió que hay una cifra aproximada de 230 mil médicos y el promedio de éstos es 2.2 por cada mil habitantes, lo cual ubica a México sólo antes de Corea, Turquía y Chile entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Si vamos a naciones con mayor desarrollo económico, incluidos en la OCDE, el promedio es 3.2. Si nos queremos comparar con países europeos la cifra es más alta, unos tienen seis médicos por cada mil habitantes. Saber si son muchos o pocos es complicado, depende de las necesidades de esos pobladores.

Explicó que en países más envejecidos hay más padecimientos crónicos que en los que predomina la población joven.

Resaltó que lo más importante no es el promedio, sino saber cuántos son especialistas, qué competencias tienen y dónde están distribuidos. En México ese es un reto, pues la distribución es irregular. Mientras ciudades como el Distrito Federal, Monterrey y Guadalajara son privilegiadas en número de médicos de todas las especialidades, otras urbes no los tienen. Poco menos de una tercera parte de cardiólogos del país está en la ciudad de México.

Otro tema es que para dar buena atención no sólo se requieren médicos, hay que tener enfermeras, radioterapeutas, rehabilitadores y camilleros, porque el médico no funciona solo.

Sobre la distribución, dijo que existe el libre ejercicio de la profesión, por lo cual no se puede obligar a los galenos a ir a determinado lugar a prestar sus servicios, pero lo que puede hacer el gobierno es generar incentivos para acercar los recursos humanos para la salud, especialmente los médicos, adonde están las necesidades, y eso tiene que ver con lo atractivo que pueda ser una zona geográfica, si tiene el equipo correcto, las plazas y la forma de ejercer la medicina.

Sobre las especialidades, comentó que tampoco se puede forzar a los estudiantes a optar por las que más se requieren, pero sí, “explicar a los tomadores de decisiones y a directivos de escuelas de medicina cómo se van generando las demandas y necesidades de salud.

En casi todas las especialidades ligadas a las enfermedades crónicas hemos tenido rezago. Se han formado muchos ginecobstetras y pediatras, pero la tasa de fecundidad ha bajado de 6.5 a 2.1. La población envejece y se requieren internistas, cardiólogos, nefrólogos, gastroenterólogos y geriatras, y el sistema no ha generado cuadros de esas materias.