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SAT e ISR recopilarán y entregarán información a la contraparte

México y EU intercambiarán datos de cuentas bancarias e inversiones
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Con el acuerdo bilateral, la información de las cuentas correspondientes a 2014 y subsecuentes será compartida entre el Servicio Interno de Rentas (IRS) de Estados Unidos y el Servicio de Administración Tributaria (SAT) de MéxicoFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Martes 15 de septiembre de 2015, p. 21

Washington.

Estados Unidos tiene previsto iniciar el intercambio de información con México sobre todos los mexicanos con cuentas bancarias o inversiones en este país que hayan obtenido más de 10 dólares en intereses anuales.

A su vez, con la implementación de la Ley sobre el Cumplimiento Tributario de Cuentas Extranjeras (Fatca), México planea entregar a Estados Unidos información de todos los estadunidenses con cuentas o inversiones en instituciones mexicanas por más de 50 mil dólares.

Aunque la Fatca fue promulgada en Estados Unidos desde 2010 como una herramienta legal contra la evasión fiscal a raíz del escándalo del banco HSBC, su puesta en marcha será concretada este mes, en medio de demandas legales contra la legislación.

La Asociación de Banqueros de Texas y la Asociación de Banqueros de Florida demandaron al Departamento del Tesoro desde 2013, mientras el senador Rand Paul y estadunidenses expatriados mantienen su propio proceso legal (Crawford vs. US Treasury).

Desde la promulgación de la Fatca por el presidente Barack Obama, Estados Unidos emprendió la negociación de acuerdos bilaterales con más de 70 países, a fin de formalizar el intercambio recíproco de información. En el caso de México el acuerdo fue finalizado el 9 de abril de 2014.

México y Estados Unidos han realizado pruebas técnicas durante meses sobre el intercambio de información (...) la implementación del acuerdo bilateral será gradual, explicó a Notimex una fuente oficial.

Con el acuerdo bilateral, la información de las cuentas correspondientes a 2014 y subsecuentes será compartida entre el Servicio Interno de Rentas (IRS) de Estados Unidos y el Servicio de Administración Tributaria (SAT) de México.

Eso va a permitir como estándar y con seguridad poder recibir la información y también enviarla, confirmó en un reciente foro celebrado en México el director del SAT, Aristóteles Núñez Sánchez.

El plan del SAT es acopiar y evaluar la información de los mexicanos con cuentas o inversiones en Estados Unidos, con vistas a iniciar las auditorías en los casos pertinentes a partir de 2016.

A su vez, el IRS proporcionará a México el nombre, la dirección y el número de identificación fiscal de quienes sean residentes de México con cuentas o inversiones en Estados Unidos, que hayan obtenido al menos 10 dólares en intereses en el año previo o vigente. El programa no es retroactivo.

Asimismo, el IRS entregará el número de cuenta o equivalente, el nombre de la institución depositaria, el monto de los intereses pagados al residente mexicano, el monto de dividendos o ingresos obtenidos o acreditados en Estados Unidos y el origen de otros recursos.

En contraparte, México proporcionará al IRS el nombre, dirección y número fiscal de estadunidenses con cuentas cuyo saldo sea superior a 50 mil dólares, el número de la cuenta, el balance mensual y la cantidad de intereses pagados.

Hasta el momento más de 600 instituciones bancarias y financieras de México han aceptado participar en la Fatca. Bajo la legislación estadunidense, aquellas que no lo hagan pueden enfrentar penalidades, incluido un impuesto de 30 por ciento sobre sus bienes en Estados Unidos.

Se estima que a nivel internacional más de 173 mil 500 instituciones bancarias han aceptado reportar a Estados Unidos la información de sus cuentahabientes estadunidenses.

Entre los países con el mayor número de instituciones participantes figuran las Islas Caimán, con más de 32 mil; Islas Vírgenes británicas, con casi 6 mil; Brasil, con más de 5 mil 500; Francia, con casi 5 mil; Canadá, con más de 4 mil 500 e Irlanda con más de 4 mil 200. HSBC también participa.

En contraste, en Estados Unidos, dos de las principales asociaciones de banqueros, la de Texas y Florida, iniciaron desde abril de 2013 una batalla legal contra la Facta, por considerar que sus cláusulas son una carga indebida que puede afectar las inversiones en este país.

Según la Asociación de Banqueros de Texas, la inminencia de Fatca provocó la salida de más de 500 millones de dólares en las cuentas de extranjeros en ese estado, además del supuesto riesgo de una mayor fuga de capitales desde Estados Unidos.

El año pasado, el juez James Boasberg, de la Corte de Distrito de Washington DC, desestimó la demanda, pero las asociaciones de banqueros apelaron el fallo ante la Corte de Apelaciones del Distrito de Columbia.

En defensa de la ley, el Departamento de Justicia mantiene que las demandas en su contra no tienen lugar debido a que la ley anti-mandato (Anti-Injunction Act) prohíbe expresamente cualquier demanda legal que busque bloquear la recolección de impuestos.

El 14 de agosto tres jueces de circuito fallaron a favor del gobierno de Estados Unidos con el argumento de que la queja de los banqueros cae dentro de la jurisdicción de la ley anti-mandato y por lo tanto no es legítima.

La batalla contra la Fatca incluye un grupo de expatriados que demandó al gobierno federal en Ohio, al senador libertario Rand Paul y al Partido Republicano, cuyo comité nacional denunció a la ley como invasiva de la privacidad personal.

Los opositores de la Fatca argumentan además que está provocando un número inédito de estadunidenses que renuncian a su ciudadanía para evitar los efectos de la ley. El año pasado renunciaron a ella 3 mil 415, contra 742 que lo hicieron en 2009. Sigue pendiente el desenlace de la demanda presentada en julio por el senador Paul, quien sostiene que la Fatca viola las protecciones constitucionales contra las multas excesivas.

Aunque no se ha dado un estimado oficial sobre el monto de impuestos no cobrados por Estados Unidos por cuentas en el extranjero, legisladores estadunidenses calculan que es de 100 mil millones de dólares.