En la selección nacional de futbol a veces padecen para tener buenos jugadores. Así que podrían echar un ojo a los atletas afromexicanos que viven en la Costa Chica de Oaxaca. Encontrarían excelentes deportistas, pero también estudiantes, músicos, doctores. Nosotros los morenos tenemos talento para toda vocación, expresó Sergio Cisneros Corcuera, vocalista del grupo Ritmo Negro, quien señaló la discriminación que sufre la población afrodescendiente en el país. Además de que la gran mayoría desconoce que hay mexicanos negros, la exclusión la vivimos a diario con los vecinos, en las escuelas, en la salud.

Y también en la Iglesia católica, añadió el padre Flaviano Cisneros, responsable de la primera pastoral afromexicana. El Episcopado nos debe reconocer, y una vez que lo haga debe pedir perdón por el daño histórico que ha hecho a los pueblos negros, apuntó.

Cierta vez que Sergio acudió a una oficina de gobierno para realizar un trámite “no me querían atender. ‘¿Eres mexicano?’, me preguntaron”. La respuesta del músico sólo fue: Pero qué poco conoces a tu país.

En Pinotepa Nacional, un municipio afromestizo, denunció: nos discriminan en el deporte. En las competencias no se mezclan con los morenos. Pero por eso siempre las ganan los pueblos afro, como Collantes, Los Pocitos, Corralero, El Ciruelo, contó sonriendo.

Las escuelas de las localidades habitadas por afrodescendientes son diferentes totalmente, no tienen el mismo equipamiento que las de las ciudades. Mientras alumnos de primaria en otros lugares del país ya saben usar una computadora, acá no sucede porque simplemente no hay. Sin embargo, dijo orgulloso, aunque las oportunidades son menores, tenemos estudiantes muy destacados.

Algunos vecinos, personas güeras, detalló, segregan a los morenos. Les dicen a sus hijos que no se deben mezclar, que no deben ni jugar con otros que no sean como ellos. Así van creciendo con mentalidad racista.

Cisneros Corcuera participó en un encuentro sobre pueblos afrodescendientes efectuado en el Museo Memoria y Tolerancia y organizado por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación. Estuvo también presente el sacerdote Flaviano Cisneros, integrante de la organización México Negro.

Para el religioso, el reconocimiento de los afrodescendientes en la Constitución aún es una utopía. Por el momento logró que la diócesis de Puerto Escondido aceptara la creación de la pastoral afromexicana. Sin embargo, consideró, el hecho de que el Episcopado mexicano no nos reconozca es una discriminación. La Iglesia también fue negrera, por ello debe pedir perdón en un acto público, y cuando lo haga, entonces será una iglesia incluyente.