leluya! Nuestra cotidiana dieta de conciertos para violín o piano, con algún violoncello de vez en cuando, ha sido felizmente rota con la presencia siempre bienvenida de la trompeta concertante. Hace unas semanas, la Orquesta Filarmónica de la Universidad Nacional Autónoma de México (Ofunam), dirigida por Eduardo Díazmuñoz, acompañó a Rafael Ancheta en la ejecución del poderoso y colorido Concierto de Alexander Arutiunian.

Y el pasado fin de semana, la Orquesta Sinfónica de Minería (OSM) recibió la muy esperada presencia del destacado trompetista español Manuel Blanco, quien llegó precedido por una sólida reputación y por credenciales notables, entre las que destaca su triunfo, en 2011, en el exigente Concurso ARD en Munich.

Blanco ofreció dos obras importantes, básicas en el repertorio de su instrumento, y un pilón tanguero, en ejecuciones de gran nivel técnico y de notables cualidades expresivas.

1. Segundo concierto de Brandenburgo de Johann Sebastian Bach. Aquí, Blanco tuvo un doble mérito. El primero, resolver con limpieza y pulcritud la endiabladamente compleja y demandante parte de trompeta de este concerto grosso que, con apenas un par de fugaces momentos de dificultad, fue interpretada con un virtuosismo deslumbrante. El segundo, tocar con una dinámica moderada y siempre bajo control, cosa indispensable para un buen balance en la ejecución de la obra, debido a que A) una trompeta de tesitura tan aguda puede sonar como un cañón, B) el acompañamiento, con la dirección de Antoni Ros-Marbá, estuvo a cargo de una orquesta muy reducida, a la usanza del barroco, y C) una de las solistas, Lenka Smolcakova, tocó su parte no en una flauta traversa moderna, sino en una flauta de pico de sonoridad discreta.

2. Concierto para trompeta de Joseph Haydn. En su versión de esta obra seminal del repertorio de ese instrumento, Manuel Blanco ofreció una interpretación alejada de muchas de las cosas que por costumbre muy arraigada se hacen al tocarlo. Se trató, principalmente, de una ejecución más fluida y menos marcial, más legato que staccato, de muchos pasajes que así adquieren una personalidad nueva y distinta, para grata sorpresa de quienes estamos acostumbrados a las versionas estándar de esta soberbia obra.

Esa propuesta del trompetista huésped de la OSM estuvo basada, por cierto, en su revisión y minucioso estudio del manuscrito original de Haydn, al que Blanco tuvo acceso durante su preparación de la obra. Por otro lado, el trompetista español aplicó en los tres movimientos de Haydn algunos ornamentos muy eficaces y muy bien puestos, sin rebasar nunca las fronteras propias del estilo.

3. Oblivion de Ástor Piazzolla, con acompañamiento de cuerdas. Ejecución cálida y sensual, lánguida y crepuscular, conservando y potenciando todo lo que de sentimental tiene el tango en general y esta pieza en particular, sin caer nunca en excesos de manierismo lacrimógeno. Un sonido grueso y redondo a lo largo de todo el registro, una articulación muy fluida en el dibujo de las líneas melódicas y un control sobresaliente en las notas largas caracterizaron esta nostálgica versión de una de las piezas más emblemáticas del catálogo del gran bandoneonista y compositor argentino.

El alto nivel en las ejecuciones de estas tres obras tuvo como uno de sus cimientos principales la elección que hizo Blanco de la trompeta adecuada para cada una: trompeta piccolo de cuatro pistones en do para Bach, trompeta en mi bemol para Haydn, flugelhorn (o fliscorno) en si bemol para Piazzolla.

Otro mérito notable: para ser un trompetista tan joven (30 años), Manuel Blanco pone ya en evidencia un conocimiento muy maduro de cuestiones estilísticas de alto nivel, demostrado en la aplicación de tres estilos cabalmente distintos en la ejecución de esas tres piezas.

Por estos días, Manuel Blanco está dedicado al proceso de posproducción de su primer disco compacto como solista, que contiene un repertorio importante, y que fue grabado al lado de la Orquesta Nacional de España para el prestigioso sello Deutsche Grammophon.

Sin duda, a juzgar por lo escuchado el fin de semana en la Sala Nezahualcóyotl, la expectativa generada por la próxima aparición de este material es más que justificada.