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Disquero
La música clásica cubana
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Periódico La Jornada
Sábado 8 de agosto de 2015, p. a16

El compositor cubano más popular y el más interpretado en el mundo apenas existe en la musicografía general.

En contraste, el Ballet Nacional de Cuba junto a distintas instancias de la isla, celebraron hace unos días el aniversario 120 del natalicio de Ernesto Lecuona (Guanabacoa, 6 de agosto de 1895-Santa Cruz de Tenerife, Islas Canarias, 29 de noviembre de 1963).

Entre las celebraciones destaca un filme dirigido por Pavel Giroud y Juanma Villar Betancort, titulado de manera sencilla Playing Lecuona y consiste en un tour que emprendieron los cineastas partiendo de Cuba con estación en Nueva York y destino final en Tenerife, en eco de la trayectoria vital que siguió Lecuona, quien en 1960, con el triunfo de la Revolución Cubana, se mudó a Tampa y giró en Nueva York, para morir durante unas vacaciones en Islas Canarias, adonde había acudido para conocer la tierra donde nació su padre, el periodista Ernesto Lecuona Ramos.

Con oportunidad, llega a los estantes de novedades discográficas la música que contiene ese filme, interpretada por tres pianistas mayores de la región y del planeta, además de un cartel de músicos invitados y el resultado es un disco delicioso, imperdible.

Playing Lecuona resulta también tres discos en uno porque cada uno de los tres pianistas oficiantes vale por el disco entero, en orden de aparición: Chucho Valdés, Gonzalo Rubalcaba y Michel Camilo. Los tres son viejos conocidos del Disquero, que ha reseñado sus discogra-fías respectivas.

Chucho Valdés (Quivicán, Cuba, 9 de octubre de 1941) es hijo de una leyenda: Bebo Valdés (nacido, al igual que su hijo, un 9 de octubre, de 1918, en Quivicán y falleció en Estocolmo, Suecia, el 22 de marzo de 2013) y en la actualidad dinamiza la flama de lo más fino en música en Cuba.

Fundador de la fabulosa y hoy extinta banda Irakere (sus dos solistas centrales, Paquito D’Rivera y Arturo Sandoval, se fueron a Estados Unidos), Chucho Valdés abre el disco Playing Lecuona con una pieza mayor: Danza de los ñañigos, acompañado de un par de trabucos: The Afro-cuban Messengers y Los Muñequitos de Matanzas. Pura dinamita ese primer track con la magia del piano de Valdés y el embrujo de los tabores de Los Muñequitos de Matanzas.

Ni siquiera el mismísimo Alejo Carpentier (1904-1980) se dignó considerar a Ernesto Lecuona en su muy docto libro La música en Cuba, donde nombra el asquito que producía en la población cubana blanca la cultura africana que llegó en condición de esclava, se refiere a las sociedades secretas como la de los ñañigos, pero para nada nombra al autor de la fabulosa Danza de los ñañigos. Ni en ese ni en ninguno de sus tres tomos donde recopiló sus textos periodísticos como musicógrafo. Pero bué.

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En el siguiente track entra en acción el maestro Gonzalo Rubalcaba (La Habana, 27 de mayo de 1963), acompañado por el guitarrista Raimundo Amador y el cajista (intérprete de cajón) Lin Cortés, para mostrar otra veta profunda de Ernesto Lecuona: las españolerías. La pieza que suena es otra de las joyas muy conocidas: Andalucía y luce la filigrana del pianista Rubalcaba, con sus subibajas y el rotundo encanto del montuno.

En el track tercero hace su aparición Michel Camilo (Santo Domingo, República Dominicana, 4 de abril de 1954), con su Trío, conformado por el contrabajista Lincoln Goines y el bataquero Cliff Almond. Candela.

En la fotografía de la parte superior derecha de esta plana podrá observar el lector cómo se difuminan las manos de Michel Camilo mientras toca el piano, debido a la velocidad impresionante con la que suelta notas que estaban clavadas en las teclas. Una delicia.

Al igual que Mozart y que Ernesto Lecuona, Michel Camilo compuso su primera partitura a los 6 años de edad. De los tres pianistas participantes, es el que más se aproxima al mundo de la música clásica, pues se graduó en el Conservatorio y formó parte de la Sinfónica Nacional de su patria. A continuación pongo el link para que disfruten de una de las versiones disponibles de la que es sin duda la obra maestra de Michel Camilo: Caribe. Ahí aparece precisamente Paquito D’Rivera en el sax tenor y en el contrabajo el gran Cachaíto: https://goo.gl/Flezxf

Omara Portuondo canta Siempre en mi corazón, Esperanza Fernández La Malagueña y Ana Belén Siboney. Vaya disco, gran festejo. Feliz cumpleaños, don Neto Lecuona.

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