Cultura
Ver día anteriorMiércoles 5 de agosto de 2015Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Festival neoyorquino rendirá homenaje por primera vez a un músico de AL: Carlos Chávez

Luego de 75 años, la Orquesta Mexicana regresa a escenarios de Estados Unidos
Foto
Ignacio Toscano, Jana Angulo, Álvaro Hegewisch, Rubén Luengas, Patricia Fernández y Gloria Carmona durante el anuncio de la gira de la Orquesta Mexicana, en el museo Frida KahloFoto Carlos Ramos Mamahua
 
Periódico La Jornada
Miércoles 5 de agosto de 2015, p. 8

Fundada en 1933 por Carlos Chávez (1899-1978) y reactivada en 2013 por el etnomusicólogo Rubén Luengas, la Orquesta Mexicana regresará a Estados Unidos tres cuartos de siglo después de su primera y hasta el momento única actuación en ese país para realizar una gira durante agosto.

Entre sus presentaciones, destaca la del día 14 en la edición 26 del Festival Musical del Bard College, de Nueva York, que este año rendirá homenaje, precisamente, al renombrado compositor y promotor mexicano, que se convertirá en el primer músico latinoamericano con esa distinción.

Con el título Chávez y su mundo, la institución estadunidense dedica por vez primera el encuentro a América Latina y tiene al autor de Sinfonía india como punto central.

El programa está dividido en dos segmentos. El primero, del 7 al 9 de agosto, con el nombre La voz musical de México; el segundo, del 13 al 16 del mismo mes, con el título América Latina y el modernismo.

Las actividades incluyen conciertos, conferencias, clases magistrales y ponencias con temas como la relación de la escena musical de América Latina para Estados Unidos, el papel de los migrantes europeos, el legado y la influencia de España, tradiciones musicales mexicanas y la obra de Chávez como director de orquesta y su lugar entre los compositores latinos destacados del siglo XX.

Puente entre culturas

La Orquesta Mexicana fue creada por Chávez a partir de su convicción de que el valor de la música tradicional es tan rico, tan personal y fuerte como el de la arquitectura y la pintura practicadas aquí desde épocas ancestrales.

El compositor retomó la música indígena del campo y los instrumentos de origen prehispánico, así como los que los colonizadores españoles legaron y el pueblo recibió y transformó, para dar pie a tan singular proyecto.

Así lo explicó hace unos días la musicóloga Gloria Carmona durante la conferencia de prensa en la que se anunció la gira de la agrupación por Estados Unidos, en la que además realizará conciertos en el Instituto Cultural Mexicano en Washington, DC, el 16 de agosto, y al día siguiente en el Museo del Barrio de Nueva York.

La vida de la orquesta fue breve, con apenas una sola presentación en México, el 27 de octubre de 1933, así como un concierto en Estados Unidos, en 1940, comisionado por el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) como parte de la muestra Veinte siglos de arte mexicano.

Ocho decenios después de su fundación, en 2013 fue reactivada por el investigador Rubén Luengas, a partir de una propuesta de análisis etnomusicológico e interpretativo, siguiendo las ideas de Chávez.

Esta es la historia de un puente que se tendió entre dos mundos históricamente distanciados y apartados: el de la música académica o de concierto, como se le ha nombrado, y el de la música de la tradición oral del México profundo, la música de los pueblos indígenas y no indígenas, y que solamente la gran visión y la herencia que nos dejó alguien como Carlos Chávez podría hacer, explicó el especialista.

Es un puente en el que se da la oportunidad de que dos lenguajes y dos mundos musicales enormes, ricos, con propuestas, se unen en un punto intermedio y pueden dialogar; ese punto es la Orquesta Mexicana.

En la actualidad la integran 16 músicos y mantiene la instrumentación ideada por Chávez, con instrumentos indígenas y mestizos, entre ellos flautas de carrizo, chirimía, clarinete, trompeta, caracol, caparazón de tortuga, violines, vihuelas, guitarrón, arpa, marimba, huéhuetl, sonajas y pezuñas de venado.

Su repertorio consta de obras de Chávez, como La paloma azul y Cantos de México, y sus contemporáneos allegados, como Blas Galindo, con la primera versión de Sones de mariachi, y Luis Sandi, con El venado, entre otros.

Además de recuperar ese tipo de piezas, el proyecto busca enriquecerlas con el encargo de obras nuevas a autores mexicanos contemporáneos, como Enrico Chapela, de quien estrenó una obra en el pasado Festival Internacional Cervantino, y de Mauricio Rodríguez, de quien estrenará en noviembre una partitura, como parte del encuentro Instrumenta Oaxaca.