En una ciudad fronteriza, un día se descubre una construcción. Nadie sabe qué va a ser; los niños preguntan a los adultos, pero nadie responde. Transcurren los días, las semanas, hasta que los habitantes se dan cuenta de que lo que se levanta es un muro, que separa el norte del sur, tan alto y tan grande que nadie podrá atravesarlo.

Frontera norte es el título de la obra escrita para público infantil por la reconocida dramaturga Suzanne Lebeau, que aborda la historia de seis pequeños, que en cierto momento se dan cuenta de que en su ciudad algo está cambiando.

Conforme transcurre la historia, los chicos se percatan de cómo ese muro afecta su vida y la de sus familias, explica en charla con La Jornada Sandra Rosales, directora de la puesta en escena.

Cada niño tiene un punto de vista diferente: Momo se imagina que será la cancha más grande de futbol. Ali se sale de la escuela para comenzar a trabajar y ayudar a su mamá, porque el muro no deja pasar el dinero; Tabi hace un hoyo y se escapa hacia el norte; Bella dibuja en todas partes el rostro de su padre, para reconocerlo el día que regrese, y Lila, la más pequeña, desea crecer para atravesarlo como un pájaro y traer de vuelta todas las bicicletas rojas y amarillas que los niños pequeños esperan.

La cuestión que plantea la obra va más allá de lo que ocurre en la frontera México-Estados Unidos, señala Rosales: Habla de todos esos muros que se van construyendo en muchas partes del mundo y se ve reflejado, sobre todo, la ausencia del padre.

La dramaturgia de Lebeau se articula, por un lado, con la construcción de personajes con individualidad marcada, en este caso los niños; por otro, el coro, como personaje que representa la colectividad.

Los personajes de los niños dicen todos el mismo texto, al mismo tiempo. La historia, dice la creadora escénica, si bien implica cierta crudeza por los muros y las divisiones que éstos provocan, acaba siendo muy esperanzadora respecto de la oportunidad de crecer y volar.

La puesta cuenta con música original de Raúl Chagoyán, vestuario de Teresa Alvarado, iluminación y escenografía de Ismael Carrasco, la cual se sustenta en cubos que se articulan en distintas formas y que también asemejan un muro; también emplea una teatralización en miniatura. Actúan Azur Zágada, Alejandra Garduño, Bernardo Benítez, Mayira Acosta, Bruno Benítez y Abraham Jurado, integrantes de la compañía Teatro Luna de Papel.

Dirigida a niños de ocho años en adelante, y luego de una temporada en el Centro Cultural Carretera 45, Frontera norte (45 minutos) se presenta los lunes, a las 20 horas, en la sala Xavier Villaurrutia, del Centro Cultural del Bosque (CCB), en Paseo de la Reforma y Campo Marte, estación Auditorio del Metro.