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Ayotzinapa, a la espera de justicia

De enero a mayo se organizaron 578 manifestaciones

Guerrero vive todavía la agitación política y social

Reacomodos y nuevas alianzas entre los perredistas

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Habitantes de Tixtla muestran su solidaridadFoto Sergio Ocampo
Corresponsal
Periódico La Jornada
Domingo 26 de julio de 2015, p. 5

Chilpancingo, Gro.

Hoy se cumplen 10 meses de la desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa y del asesinato de tres alumnos más y tres civiles en la ciudad de Iguala, ubicada en el norte de Guerrero.

Durante este tiempo, el estado fue escenario de cientos de movilizaciones, sobre todo en apoyo a la lucha de los padres de familia que buscan a sus hijos ausentes, se agudizó la lucha magisterial contra la reforma educativa; cayó el gobernador Ángel Aguirre Rivero, y, en los comicios del 7 de junio, el PRD perdió la gubernatura, partido al que pertenecía también el alcalde de Iguala, cuya policía fue la responsable de la represión ocurrida entre la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre del año pasado.

La verdad histórica del gobierno federal –en el sentido de que los estudiantes fueron asesinados e incinerados por un grupo del crimen organizado– cayó en el descrédito, tanto que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos acaba de señalar las múltiples fallas de la investigación efectuada por la Procuraduría General de la República.

Entre enero y febrero hubo manifestaciones casi todos los días en al menos 21 ciudades de las siete regiones del estado. Del primero de enero al 27 de mayo de 2015 el gobierno estatal registró 578 manifestaciones, que incluyeron marchas, mítines, bloqueos carreteros y tomas o quemas de oficinas de gobierno y vehículos.

En esos dos meses se documentaron 176 protestas en Chilpancingo, 111 en Acapulco, 33 en Iguala, 17 en Atoyac y 11 en Tlapa.

Los intentos de los gobiernos federal y estatal por dividir el movimiento han sido infructuosos, por el contrario, los padres de familia de los 43 estudiantes lograron mantener su lucha en el escenario nacional e internacional, tanto que la tercera Convención Nacional Popular, realizada el 3 y 4 de julio pasado, acordó un plan de acción que concluirá en diciembre.

Para este domingo 26 de julio, por la mañana iniciará la jornada nacional e internacional de información, en la tarde, la acción global por Ayotzinapa incluirá una marcha del Ángel de la independencia al hemiciclo a Juárez, en el Distrito Federal.

La situación política actual

Una consecuencia de la represión contra los estudiantes fue el desprestigio en que cayó el PRD, que gobernaba la entidad y el municipio de Iguala.

Luego de perder la gubernatura en los comicios del 7 de junio, la división del partido se profundizó. Por un lado el Grupo Guerrero –corriente hegemónica–, se partió en dos grupos encabezados por David Jiménez Rumbo y por Celestino Cesáreo Guzmán, actual dirigente, junto con Carlos Reyes, actual líder y ex líder de esa corriente, quienes se sumaron a Alternativa Democrática Nacional.

La corriente Nueva Izquierda (Los Chuchos), que encabezan el ahora diputado local electo Sebastián de la Rosa y el presidente de la Comisión de Gobierno, Bernardo Ortega Jiménez, en alianza con Nueva Mayoría –que impulsó la candidatura a la gubernatura de Beatríz Mojica– llevó a la alcaldía de Acapulco a Evodio Velázquez; también mantiene su trato con el Grupo Jaguar, encabezado por el senador Armando Ríos Piter.

Otras dos corrientes, Izquierda Democrática Nacional, de Óscar Chávez, continúa su alianza con la Unión de Izquierda Guerrerense, de Víctor Aguirre. En tanto la Izquierda Progresista Guerrerense, que encabeza el ex gobernador Ángel Aguirre Rivero, se encuentra en desbandada y unos regresaron al PRI.

En el PRI el pleito es por la conformación del gabinete que acompañará a partir del 27 de octubre al gobernador electo, Héctor Astudillo Flores.

Se barajan los nombres de los políticos de siempre: desde el panista Florencio Salazar Adame, pasando por el ex alcalde de Acapulco, Manuel Añorve Baños, sin faltar los grupos que encabezan los ex gobernadores René Juárez Cisneros y Rubén Figueroa Alcocer, que también exigen tener presencia. En el Congreso local, los figueroístas Héctor Vicario Castrejón y Cuauhtémoc Salgado disputan la presidencia de la Comisión de Gobierno.

Ortega, gobierno a medias

Luego de nueve meses en el cargo (empezó el 23 de octubre 2014), el gobernador sustituto, Rogelio Ortega Martínez, ex secretario de la Universidad Autónoma de Guerrero, no ha podido resolver los problemas de la entidad y, en cambio, se ha plegado a la política del presidente Enrique Peña Nieto, a quien no deja de alabar cada vez que tiene oportunidad.

A tres meses de abandonar el gobierno, su propuesta de ley de amnistía no ha sido aprobada en el Congreso del estado. Tampoco su iniciativa para crear la octava región económica ni la creación de nuevos municipios o la ley para los matrimonios entre personas del mismo sexo.

Desde que asumió el cargo se comprometió con las organizaciones sociales a liberar a los presos mencionados como políticos –calculados en más de 60–, pero con el tiempo sólo menciona a unos pocos.

A todo esto, en la entidad persisten altos índices de violencia, principalmente en Acapulco, Chilpancingo e Iguala. Apenas el jueves pasado, en el municipio nahua de Zitlala, siete indígenas fueron ejecutados, de los cuales seis fueron decapitados y uno degollado.