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El libro es parte de una colección de las universidades de Colorado, EU, y la Autónoma de BC

Expedientes abiertos rescata y da voz a autores del norte del país

Seguimos bajo cierto centralismo; no se explora a autores de esa zona de México, refiere Salvador Ruiz Méndez, uno de los compiladores

El título está integrado por relatos cortos de temática policial, para acabar con la idea distorsionada de que sólo se aborda el narco, explica

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El volumen fue concebido como una continuación de la antología En la línea de fuego, de 1990, en la que el escritor Leobardo Sarabia Quiroz reunió cuentos inéditos con temática policiaca fronterizaFoto Yazmín Ortega Cortés
 
Periódico La Jornada
Domingo 26 de julio de 2015, p. 2

La literatura policiaca en el norte de México, en particular la de la zona fronteriza de Baja California con Estados Unidos, vive un momento de esplendor, no obstante de que hasta mediados de la década de los 90 del siglo pasado carecía de una tradición sólida.

La opinión es del escritor y académico bajacaliforniano José Salvador Ruiz Méndez (Mexicali, 1971), quien, al lado de su colega Gabriel Trujillo Muñoz, se dio a la tarea de compilar una serie de relatos cortos con esa temática escritos por autores originarios de esa región del país.

Tal es el origen del libro Expedientes abiertos, el cual forma parte de un proyecto editorial binacional de las universidades de Colorado, por Estados Unidos, y la Autónoma de Baja California, por México, en el cual participa además la editorial Artificios.

Intitulada New Borders/Nuevas Fronteras, se trata de una colección creada el año pasado que consta de cuatro títulos, todos relacionados con la frontera norte de la República: uno de entrevistas con autores bajacalifornianos, otro de ensayos sobre narrativa y uno más sobre ciencia ficción, además del mencionado libro de relatos policiacos.

El propósito de esta iniciativa es difundir la obra de autores del norte mexicano, pues se tiene la idea distorsionada de que en esa parte del país todo es violencia o de la que única temática es el narco, lo cual es falso, explica el especialista en entrevista.

Seguimos viviendo bajo cierto centralismo y entonces no se explora lo que se hace allá o se revisa a los mismos autores; habría que voltear hacia eso. Este proyecto es un buen escaparate para dar voz e incluso rescatar autores y obras que son poco conocidos o abordados, indica.

De acuerdo con Ruiz Méndez, quien es profesor de literatura hispanoamericana en el Imperial Valley College, los orígenes del relato policiaco en la frontera norte de México pueden rastrearse en los testimonios de indios tomados a la fuerza por los conquistadores españoles y esclavizados por los misioneros con base en trabajos forzados, latigazos y abusos de toda índole.

Sin embargo, apunta, fue a finales del siglo XX cuando logra consolidarse como tradición y, en el decenio más reciente, ha cobrado singular fuerza, con autores muy bien establecidos.

La idea de incluir en la colección un título dedicado al cuento policiaco se debe no sólo a que es un género en boga, ante las actuales condiciones del país, sino a la convicción de que es una expresión necesaria en la sociedad en la que estamos, dice.

Expedientes abiertos, menciona, fue concebido como una continuación de la antología En la línea de fuego, de 1990, en la que el escritor Leobardo Sarabia Quiroz compiló una serie de cuentos, inéditos todos, con temática policiaca fronteriza.

Sentíamos que ya era tiempo para una revisión, tener otra visión sobre esa temática, y fue así que se convocó, en principio, a una serie de escritores bajacalifornianos y, después, lo abrimos a autores de otros puntos del norte del país, agrega.

El resultado fueron 10 cuentos inéditos escritos ex profeso para el volumen, además de que se incluyeron otros seis relatos, a los que llaman precursores, algunos escritos a finales del siglo XIX, con el fin de dar un panorama de los antecedentes de este géneros en aquella zona.

El único de los escritores que aparece en ambas antologías es el finado Federico Campbell, con el mismo cuento, De caminos, pues este texto es considerado el parteaguas del género en aquella región, además de que en él irrumpe el tema del narcotráfico.

En términos generales, los textos siguen el camino del realismo narrativo e incluso hiperrealismo, en algunos casos. Los tiempos así lo exigen, de alguna manera, puntualiza el autor.

“Son cuentos que representan la diversidad de la narrativa criminal en esa frontera. Nos muestran que esta franja de más de 3 mil kilómetros de longitud es testigo de un mundo criminal que a momentos confronta y en otros fusiona a criminales y policías, a políticos y narcos, a víctimas y victimarios.”