Atenas.

Los efectos en Grecia del rechazo a las exigencias de sus acreedores en el referendo no se hicieron esperar, y ayer las autoridades decidieron extender el cierre de operaciones bancarias hasta el viernes, al tiempo que la mayoría de los partidos políticos del país emitieron una declaración en apoyo al primer ministro, Alexis Tsipras.

El pasado 29 de junio el gobierno griego emitió un decreto para imponer controles de capital y ordenó el cierre de los bancos, después de que el Banco Central Europeo congeló el flujo financiero para este país, que el 30 de junio declaró la moratoria de pagos.

En medio de la confusión, los bancos han tenido problemas para mantener sus redes de cajeros automáticos con suficiente caudal de billetes, no obstante que existe un límite de 60 euros por persona.

Fuentes financieras confirmaron a la agencia Reuters que el corralito no sólo se ampliará hasta mañana, como se especuló en un principio, sino hasta el viernes o incluso el lunes de la semana próxima.

Otra de las consecuencias inmediatas del resultado de la consulta popular fue la decisión de los líderes de la gobernante Coalición de Izquierda Radical (Syriza, por su acrónimo en griego) de dar por escrito sus garantías de apoyo a Tsipras, con el fin de que llegue fortalecido a las conversaciones que se reinician hoy en Bruselas.

Panos Kamenos, titular del centroderechista Griegos Independientes, informó que el acuerdo entre los partidos fue resultado de las conversaciones que sostuvieron dirigentes de las organizaciones en Atenas, en las que evaluaron los resultados del referendo. En esta acción no participaron los comunistas ni los neonazis.