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En el Palacio de los Deportes dedicó Don Palabras a Carlos Monsiváis y Eduardo Galeano

La Maldita Vecindad festejó 30 años de música, baile y lucha social

Abrió el concierto con Cenizas, su primer disco, que sigue vigente

Exhortó a no acosar a las mujeres en la calle ni en otro lado: Ellas pueden ser una hermana, una hija, una esposa

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El concierto del sábado pasado reunió a miles de fans: los de siempre y los de las nuevas generacionesFoto Notimex
 
Periódico La Jornada
Lunes 29 de junio de 2015, p. 9

Tres décadas de paz y baile, de apoyar los movimientos populares, de ubicar al enemigo: el neoliberalismo, la riqueza de unos cuantos; de denunciar el engaño de los medios de comunicación, las mentiras de la FIFA en oposición al futbol cascarero; de ser la voz de los silenciados, de los obreros y los campesinos, todo eso y más festejó La Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio, la noche del pasado sábado, en el Palacio de los Deportes.

Nuevos seguidores, miles de jóvenes de las generaciones de hoy que se identifican con su música y sus mensajes, más los vecinos de otras vecindades, se reunieron para el trance colectivo, de ser masa y poder.

Los malditos llegaron al palacio y transformaron cada butaca en un cuarto con renta congelada. En su corazón viven los amigos y no pagan renta.

El discurso machacón de Roco Pachucote puede hartar a quienes sólo van a divertirse, pero la mayoría lo soporta y aplaude. Los muchachos no pueden negar la realidad que viven, de falta de oportunidades.

Levantaron los puños cuando Roco dedicó Don Palabras a los carnales Carlos Monsiváis y Eduardo Galeano, que tanta falta hacen y harán en un México y un mundo necesitados de reflexión crítica, del otro punto de vista.

Llegaron al palacio en su auto cocodrilo, viejo taxi amplio y cómodo, que era parte del paisaje urbano de un Distito Federal más pintoresco.

En las pantallas se veía a los malditos saludando al personal.

Entraron Roco, Pato, Sax y Aldo, más un grupo de colegas de vecindades populares, de otros quintos patios.

Cenizas...

El recital arrancó con Cenizas y Bailando. La rola que sigue es de nuestro primer disco y sigue vigente. La realidad no ha cambiado, dijo Roco para abrir cancha a Apañón. ¡A correr, que ahí viene la tira!

5º. Patio ska, un himno del  género para los que viven en colonias de tabicón y terracería.

Pata de perro, la rolaza que dio nombre a una gira fundamental para la banda. De la banda para la banda.

Exhortó a no acosar, a no molestar a las mujeres en la calle ni en ningún lado. Ellas pueden ser una hermana, una hija, una esposa o una abuela. Para todos se escuchó Mujer, Lamento, El cocodrilo, Ya lo pasado, pasado… Para las compañeras que hacen agradable la vida: Sirena. En la sillería los muchachos besaban a sus novias. Ahora es cuando y las canciones exacerban el sentimiento. Ska y besos, besos y ska.

Un gran circo. Ahora la historia de un chavo que nomás no consigue novia, pues no se mueve, no baila, hasta que conoce a una fémina que le mueve el piso. Se escuchó El Tieso y La Negra Soledad.

Las arengas y pregones. Según los medios de comunicación todo está bien chido. No les creemos nada, ¡nada!, afirmó Roco, quien cantó El país de no pasa nada.

Vino una pausa de 10 minutos. Regresaron con un set acústico: Con sólo tocarte, Tejedor de historias, Ojos negros.

“Ahora les vamos a cantar el primer corrido rap de la historia: El barzón”. El campo sigue igual, acotó Roco.

Fue la noche de las mantas. Por Ayotzinapa: México  exige justicia.

En un momento subió el hijo de Sax. Es un Saxito. En la escuela lo buleaban porque traía una matita, su pelito largo. ¡Niña!, lo agredían, a lo que respondía: ¡No soy niña. Soy hijo de Sax!

Para los que se aman de un modo no convencional. El amor es una pasión. Para ellos y para los que ondearon entre el público la bandera aroíris, los malditos dedicaron Rafael.

Contra la historia oficial, la rola 2 de octubre. En las pantallas se proyectaron escenas de ese día, la corretiza, los soldados, los tanques…

Con el invitado especial, Desorden Público, también con 30 años de trayectoria, se escuchó Maldito desorden, simbiosis skasera. Remataron con Pura diversión, No les creo nada, hasta la híper acelerada Solín. Un poco de sangre, clásica y para pedir paz, tranquilidad cotidiana. Pachuco entrevé la cultura de Tin Tan, auténtica, humorística, creativa.

El neón brilla, refulge, tintinea en Bar Kumbala. De la noche son las cosas del amor. En el ámbito de los seres nocturnos lo sinuoso es un cuerpo dispuesto a todo.