Opinión
Ver día anteriorJueves 11 de junio de 2015Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
Un aporte importante del pensamiento cubano
L

a crisis cultural global es el núcleo de una reflexión del intelectual cubano Abel Prieto sobre la profunda crisis de valores en que el capitalismo ha hundido a la humanidad. Pronunciada ante la Conferencia Internacional Nuevos escenarios de la comunicación política en el ámbito digital 2015, La Habana, es la más enjundiosa contribución que he leído al debate de los problemas de la cultura contemporánea y su relación con las TIC.

Prieto, cuentista y novelista, hombre de pensamiento muy ligado a los empeños de Fidel Castro en la batalla de ideas y en la integración latino-caribeña, es actualmente asesor del presidente Raúl Castro después de haber ocupado dos décadas la cartera de cultura.

Para Prieto, las TIC pueden operar sobre el receptor integrado, desarmado, como instrumentos de dominación de la cultura hegemónica; pero también, de emancipación social, cultural y política mediante su apropiación por las vanguardias y fuerzas progresistas de modo consciente y de forma creativa, crítica y democrática. La contundencia del texto es también una evidencia palmaria del vigor y originalidad que conserva el pensamiento revolucionario cubano.

Vivimos –afirma– en medio de la más grave y devastadora crisis cultural de que se tenga memoria. “Los paradigmas de la tradición cultural humanista están en franco retroceso frente … a una industria del entretenimiento que no reconoce jerarquías, que ha reducido el arte a la condición de la mercancía más vulgar, que expulsó… a los llamados clásicos, que lo mezcla todo, sin orden ni concierto, aquello que puede ser artísticamente valioso con la cultura-chatarra, con fetiches vacíos, con símbolos de la mayor estupidez y frivolidad, y que va más allá en su afán caótico y mezcla realidad y ficción, historia y leyenda, y crea vertiginosamente nuevos mitos y recicla otros, en el torbellino de un espectáculo permanente concebido sólo para vender y divertir”.

Al relacionar la crisis cultural global y las nuevas tecnologías, sentencia: es evidente que el mundo virtual de las TIC refleja los principales problemas y contradicciones del mundo real del presente: la concentración de poder en manos de trasnacionales; la desigualdad creciente, abismal,  entre pobres y ricos, entre el norte y el sur; la privatización del conocimiento y la cultura; la visión imperial y belicista que concibe la web como un espacio militarizado; la injerencia, la violación de la soberanía de las naciones y de la privacidad…; la reducción del ciudadano al estatus de consumidor potencial y el manejo inescrupuloso de sus inclinaciones más íntimas para crearle falsas necesidades.

Prieto dedica un par de acápites a las TIC y el papel de las vanguardias en su uso como instrumento de emancipación y las TIC y su influencia en la política. Aquí comenta: cuando escuchaba al periodista mexicano Pedro Miguel, de La Jornada, diciéndonos en el panel del viernes que el escenario bélico, de confrontación de Internet y de las TIC es menos desventajoso para las mayorías (los pueblos, dijo él, tienen más chances de hacer oír sus voces en este nuevo espacio), recordé la gestación, precisamente en México y por Pablo González Casanova y otros intelectuales vinculados casi todos a La Jornada, de una red de escritores, artistas, comunicadores, activistas y luchadores sociales para movilizar la opinión pública frente a la ofensiva armada imperial encabezada por Bush en el año 2003. Era un momento extremadamente peligroso… En Miami la ultraderecha de origen cubano organizaba marchas con la consigna Irak ahora, Cuba después… Nunca olvidaré cuando Fidel invitó al núcleo que estaba gestando la red, y nos reunimos aquí en La Habana con varios intelectuales cubanos para hablar del proyecto.

Prieto contextualiza las TIC en la disputa actual por las conciencias que llevan a cabo Estados Unidos y su industria de entretenimiento. Denuncia la pretensión de formar una criatura rendida ante la tecnología y los fetiches… sin raíces, sin memoria … egoísta hasta el delirio, incapaz de luchar por su emancipación y recuerda los planes de Washington para subvertir el orden interno en Cuba a través del uso de las TIC.

Según él no se trata de darle una utilización pragmática, instrumental, a las plataformas digitales, sino pensar la tecnología como un proceso integrado a la economía, la política y la cultura, que sea parte esencial del desarrollo de la sociedad y del crecimiento de los seres humanos.

PD: El enriquecido Felipe González, viejo servidor del imperialismo yanqui, mete las narices en Venezuela…

Twitter: @aguerraguerra