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Arranca segunda cumbre UE-Celac; el bloque europeo saluda la nueva relación Cuba-EU

Correa pugna por erradicar la pobreza fruto de la inequidad en AL y el Caribe

Nuestras regiones tienen mucho que ganar si trabajamos unidos: presidente del Consejo Europeo

La Unión Europea creará un fondo fiduciario de apoyo a Colombia cuando se firme la paz

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En Bruselas se inauguró ayer la segunda cumbre Unión Europea-Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños. En primera fila, los presidentes de Francia, François Hollande; Brasil, Dilma Rousseff; Perú, Ollanta Humala, y el primer ministro de Gran Bretaña, David CameronFoto Xinhua
Enviada
Periódico La Jornada
Jueves 11 de junio de 2015, p. 23

Bruselas.

La Unión Europea (UE) anunció este martes el establecimiento de un fondo fiduciario de apoyo a Colombia cuando concluya el conflicto con la guerrilla de ese país. Además, y al dar la bienvenida a los 33 países latinoamericanos y del Caribe para la segunda cumbre entre los dos bloques de naciones, Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, saludó la plena normalización de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos y el fin del embargo.

En contraste, el mandatario de Ecuador, Rafael Correa, presidente pro témpore de la Comunidad de Estados Latinomericanos y Caribeños (Celac), ubicó el momento del deshielo entre los gobiernos de Washington y La Habana: aún queda por extirpar el inhumano e ilegal bloqueo y la ocupación del territorio de Guantánamo.

Y continuó también sus reclamos contra Estados Unidos, y pidió se derogue la orden ejecutiva por la cual se impusieron sanciones unilaterales a Venezuela. Exigimos que se respete el derecho soberano de los países, dijo el ecuatoriano.

En la ceremonia inaugural de la segunda cumbre UE-Celac, dio por disipadas las diferencias del pasado entre las naciones de ambos continentes y hoy, nos reunimos no sólo para realzar nuestras buenas relaciones, sino para mirar hacia el futuro con la expectativa de convertirse en una alianza para la próxima generación, con una sociedad simétrica, equilibrada y equitativa.

Tusk subrayó también: nuestras regiones tienen mucho que ganar si trabajamos estrechamente unidos, y mucho que perder si no lo hacemos.

Pero mientras el europeo se refería a planes conjuntos para modernizar y ampliar los acuerdos bilaterales y subrregionales en materia de diálogo político, cooperación y comercio, el mandatario Correa ponía énfasis en las necesidades de América Latina.

Tenemos 68 millones de latinoamericanos y caribeños en la miseria, en los extremos. La erradicación de la pobreza es un imperativo moral para nuestra región y para el planeta extremo, porque por primera vez en la historia de la humanidad, dicha pobreza no es por falta de recursos, sino fruto de la inequidad, donde pocos tienen todo y muchos no tienen nada...

Quizá objetivos comunes, pero discursos distintos, porque Tusk apremiaba por el trabajo común entre Europa y América Latina, para hacer frente a desafíos tales como conciliar el crecimiento con equidad, la modernización de las estructuras productivas, la generación de empleos de calidad y la protección de nuestro medio ambiente.

En el mundo actual, dijo entonces, la cooperación entre regiones con ideas afines es una necesidad, así que tenemos que encontrar la manera de asociarnos con mayor eficacia en temas globales.

Correa, a su vez, mencionó otros ejes sobre los cuales trabajará la Celac; sobre cómo llevar en el próximo quinquenio al menos a 1.5 por ciento del PIB regional, la inversión en ciencia, tecnología e innovación; trabajar sobre agendas comunes sobre medio ambiente y cambio climático; llegar a la meta de inversión anual de 320 mil millones de dólares anuales para 2020 en financiamiento para el desarrollo de infraestructura y conectividad. Y asentó: América Latina y el Caribe necesitan la inversión extranjera pero dentro de una relación entre Estados y trasnacionales más justa y equilibrada que posibilite el beneficio mutuo, el respeto a los derechos humanos y a la naturaleza.