Bilbao.

El Museo Guggenheim Bilbao inaugura este martes una retrospectiva con casi 100 obras del estadunidense Jeff Koons (York, Pensilvania, 1955), que recorren cuatro décadas de creación del artista famoso por sus creaciones que juegan con lo kitsch, desde los cachorros gigantes a las esculturas que semejan animales hechos con globos de colores.

Jeff Koons: retrospectiva es un recorrido cronológico por la obra del artista con una amplitud que hasta ahora jamás se había organizado en España.

La muestra, que concluirá el 27 de septiembre, se montó antes en el Museo Whitney de Arte Estadunidense de Nueva York y el Centro Pompidou de París.

Surrealismo, arte pop y dadaísmo

Desprovisto del halo de inaccesibilidad que rodea otras obras de arte contemporáneo, el trabajo de Jeff Koons es fácilmente reconocible y atractivo para el gran público y bebe de numerosas fuentes de la historia del arte, como el surrealismo, el arte pop y el dadaísmo, destacaron ayer los organizadores en la presentación de la exposición.

Juan Ignacio Vidarte, director del museo, subrayó que se trata de una retrospectiva completa y coherente que va a permitir tener un mejor entendimiento de la obra de Jeff Koons, con el que el Guggenheim tiene una relación muy especial: una de sus obras, Poppy, el cachorro gigante formado por plantas, se sitúa en la puerta del centro desde su inauguración y es una de sus señas de identidad.

Trabajos con Lady Gaga

La muestra está comisariada por Scott Rothkopf, del Museo Whitney, y por Lucía Aguirre, conservadora del Guggenheim.

El recorrido comienza con sus Hinchables (Inflatables), objetos de vinilo comprados en los bazares de la calle 14 de Manhattan, e incluye también sus electrodomésticos encapsulados en vitrinas de metacrilato e iluminadas por tubos fluorescentes; los perros-globo; los balones en equilibrio o su obra Michael Jackson y Bubbles.

A la escultura de porcelana a tamaño natural del cantante y su mono Bubbles, recubiertos de un dorado kitsch, se suman también sus últimos trabajos con Lady Gaga, todo cargado del falso lujo que caracteriza a sus creaciones y que según el artista busca ser un toque de atención para una sociedad capitalista que necesita una renovación.

Intento celebrar un diálogo entre la vida interna y el mundo externo, cómo podemos enriquecer nuestras vidas y entender la libertad que tenemos todos, señaló ayer el artista durante la presentación a los medios de su retrospectiva en el Guggenheim Bilbao.