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Celebran en el Castillo de Chapultepec el 25 aniversario de la creación de la CNDH

Pide el ombudsman compromiso por la paz; promete Peña garantizar derechos humanos

La respuesta del Estado ante la violencia debe atender los factores que la generan, señala

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Luis Raúl González Pérez, presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, y Enrique Peña Nieto, titular del Ejecutivo federal, en la ceremonia por el 25 aniversario del organismo. Asistieron al acto en el Castillo de Chapultepec los titulares de la Defensa Nacional, general Salvador Cienfuegos; de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ministro Luis María Aguilar, y de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade, entre otrosFoto Guillermo Sologuren
 
Periódico La Jornada
Viernes 5 de junio de 2015, p. 10

Ante los hechos de violencia en algunas zonas del país, que han puesto en riesgo la vigencia de las garantías individuales, la gobernabilidad y el sistema democrático, no hay lugar para la indiferencia y la insensibilidad, sostuvo el presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Luis Raúl González Pérez.

La frecuencia e intensidad de hechos violentos, que también se han registrado durante el proceso electoral, resultan preocupantes y no pueden ser aceptados, demandan acciones responsables y compromisos inmediatos para ser atendidos.

Al encabezar con el presidente Enrique Peña Nieto la ceremonia por el 25 aniversario de la CNDH, el ombudsman llamó al jefe del Ejecutivo federal y a los gobernadores a trabajar juntos para generar consenso y compromiso por la paz en el país, con base en la aplicación de la ley, la justicia, la igualdad y las libertades públicas, donde estén involucrados todos los órganos del Estado y la sociedad.

Las instituciones, a prueba

En el acto, celebrado en el Castillo de Chapultepec, González Pérez señaló que el aumento de la violencia y la descomposición social en algunas regiones ponen a prueba a las instituciones, incluida la propia CNDH, y muestran las carencias, las profundas desigualdades, la falta de oportunidades y la ausencia de respuestas de las autoridades desde hace muchos años, así como la debilidad del estado de derecho.

Ante el presidente Peña Nieto y los titulares y representantes de los poderes Legislativo y Judicial, el ombudsman dijo que la respuesta que como Estado se dé a la violencia debe ir más allá de acciones meramente reactivas, pues hay que entender y remediar los factores que la generan.

Advirtió que una perspectiva basada sólo en la reacción lleva implícito el grave riesgo de que se avalen acciones autoritarias o alejadas de lo previsto por las normas, lo cual no podemos permitir como sociedad ni como país.

No permitamos que la violencia sea la protagonista central de nuestra convivencia en los próximos años, ni que nuestra historia futura se manche de sangre.

En su intervención, González Pérez hizo un reconocimiento a la labor de Jorge Carpizo, primer presidente de la CNDH, y dijo que desde su creación el organismo no había afrontado un contexto tan complejo y demandante como el actual.

En el acto estaban presentes Jorge Madrazo, Mireille Roccatti, José Luis Soberanes y Raúl Plascencia, quienes en 25 años han estado al frente de la CNDH.

González Pérez fue autocrítico. Dijo que en 25 años la comisión ha tenido ausencias, omisiones, trabas burocráticas y ha enfrentado la tentación de ceder a las presiones políticas. En contraste, agregó, ha contribuido a generar una conciencia en la sociedad y en las autoridades sobre la importancia y necesidad de que se respeten los derechos de las personas, haciendo visibles múltiples abusos y logrando que, de algún modo, no queden impunes.

Sostuvo que la CNDH no ha podido evitar casos como los de Aguas Blancas, Acteal, San Fernando, Chalchihuapan o Tla-tlaya, pero ha logrado evidenciarlos, evitar que se olviden y procurado que no queden impunes. También se conocen hechos como los de Iguala, Apatzingán y, recientemente, Tanhuato.

Dijo que las prácticas y conductas de las que conoció la CNDH en su creación, en 1990, desafortunadamente hoy se siguen presentando, como tortura, desaparición forzada y violaciones a los derechos de los migrantes, agravados por la presencia de organizaciones criminales.

El Presidente elogia la labor del organismo

El gobierno federal, dispuesto a conjuntar esfuezos para preservar las garantías, sostiene

José Antonio Román

El presidente Enrique Peña Nieto aseguró que en materia de derechos humanos se debe atender lo inmediato y coyuntural, pero también diseñar y aplicar estrategias de largo plazo para superar los desafíos estructurales e incluso los de índole cultural.

Durante la ceremonia por el 25 aniversario de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), el mandatario federal reiteró la determinación del gobierno de la República de trabajar de manera corresponsable con el propósito de garantizar el ejercicio pleno de los derechos humanos, que son la piedra angular del quehacer de su administración.

Ante los titulares y representantes de los poderes Legislativo y Judicial, e integrantes del gabinete legal y ampliado, Peña Nieto aseguró que por primera vez se cuenta con una política de Estado en materia de derechos humanos, en la que participan autoridades, organismos autónomos, agrupaciones de la sociedad civil, académicos, expertos y la ciudadanía en su conjunto.

En la ceremonia realizada ayer al mediodía en el Castillo de Chapultepec, donde momentos antes el ombudsman Luis Raúl González Pérez hizo un llamado al titular del Ejecutivo federal y a los gobernadores para trabajar juntos en generar consenso y compromiso por la paz en el país, el presidente Peña Nieto respondió que su administración, como estoy seguro la habrá de los otros órdenes de gobierno, tiene invariable y plena disposición para conjuntar esfuerzos y asumir corresponsabilidades en el impulso a una nueva cultura y el ejercicio de mejores prácticas que permitan asegurar una sociedad de derechos.

Aunque en su discurso el ombudsman hizo referencia a la violencia que se ha registrado durante el actual proceso electoral, el jefe del Ejecutivo federal eludió ese punto y sólo lo identificó como temas inmediatos o coyunturales.

Los derechos humanos son un objetivo superior que nos une y nos obliga a redoblar esfuerzos; son también la piedra angular del quehacer de esta administración. Para consolidar a México como un país donde la ley se cumple y prevalece la justicia, se requiere del trabajo corresponsable de sociedad y gobierno. Se trata de garantizar un estado de derecho, pero también un estado de derechos. Sí, así como lo he expresado, en plural, manifestó el Presidente.

También se refirió a que en un año habrá de concluir la transición hacia el nuevo sistema penal acusatorio. Un cambio de modelo que permitirá agilizar los juicios, reducir la impunidad y, sobre todo, asegurar que se haga justicia y se cumpla el mandato constitucional de que ésta sea pronta y expedita.

El mandatario felicitó a la CNDH y reconoció el trabajo realizado en 25 años, en los que ha enriquecido la agenda pública con temas fundamentales como el respeto a los indígenas, la protección de los derechos de los niños y los adolescentes, de las mujeres, de los inmigrantes y la atención integral a los adultos mayores y las personas con discapacidad.

Debido a la veda electoral por los comicios del 7 de junio, ayer fue la última actividad pública del presidente Peña Nieto en la semana. Aparecerá de nuevo el domingo, cuando acuda a votar en la casilla que se instalará en la escuela primaria El Pípila, ubicada en las inmediaciones de la residencia oficial de Los Pinos.