Las dietas poco saludables y los antibióticos, entre otros aspectos, modifican la flora bacteriana del intestino, situación que puede favorecer la aparición de diversos males en el tracto digestivo, consideraron expertos reunidos en el cuarto simposio internacional Microbiota Intestinal Humana en Salud y Enfermedad.

La microbiota intestinal contiene cien billones de microorganismos, que incluyen un mínimo de mil especies diferentes de bacterias que abarcan más de tres millones de genes; es decir, 150 veces más que el genoma humano.

La flora bacteriana intestinal puede pesar hasta dos kilos.

Elena Verdú, profesora asociada al Departamento de Medicina de la Universidad de McMasters, en Canadá, y Armando Tovar, jefe del Departamento de Fisiología de la Nutrición del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Subirán, advirtieron que la microbiota varía con la edad, y su modificación y principal modulador es la dieta, pero también pueden ser los antibióticos.

Verdú destacó que la flora intestinal es un ecosistema que tiene mucha importancia para determinar la función normal de nuestro tubo digestivo, y advirtió que las alteraciones en este sistema pueden estar conectadas con susceptibilidad hacia determinadas enfermedades, por ejemplo, las autoinmunes, las de tipo alérgico, las crónicas, los males inflamatorios o síntomas como el del intestino irritable.

La especialista destacó que la alimentación ideal para mantener una microbiota sana debe ser rica en vegetales y proteínas, así como equilibrada. No obstante, dijo que actualmente están de moda muchos planes de alimentación restrictivos para perder peso o, por lo contrario, se consumen muchas grasas saturadas, todo lo cual afecta a la flora intestinal.

Mientras la composición general de la microbiota intestinal es similar a la mayoría de las personas sanas, hay una parte que es totalmente individual y determinada por nuestro entorno y dieta. La composición microbiana de la microbiota intestinal –subrayaron los expertos– se adapta al tipo de dieta, ya sea temporal o permanente.

No obstante, su gran capacidad de adaptación, la composición microbiana puede alterarse por diversos mecanismos. A esta condición se le denomina disbiosis, la cual puede estar relacionada con problemas de salud, como desórdenes funcionales y enfermedades del intestino, alergias, obesidad o diabetes.

Armando Tovar resaltó que la microbiota va madurando con los años y advirtió: Si nos quedamos con una de tipo inmadura se pueden detonar problemas inmunológicos.

El experto destacó estudios indican que el uso de antibióticos puede afectar la flora intestinal, pero Verdú señaló que estos medicamentos, por fortuna, no alcanzan a dañar a aquellas bacterias que están firmemente adheridas al mucus intestinal, sólo va a impactar a las que están en el lumen.