Opinión
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México SA

El arsenal mexicano

Tormenta en ciernes

Balas y pólvora mojada

D

e acuerdo con la versión oficial, los famélicos habitantes de este país pueden estar frescos y felices, porque ya lo dijo el gobernador del Banco de México: la tormenta global nos hace los mandados, pues se cuenta con un arsenal de reservas por cerca de 270 mil millones de dólares, suficientes, según dijo, para enfrentar posibles contingencias y la eventual salida de capitales.

Es bueno saber de la existencia del arsenal, pero de entrada poco más de una cuarta parte de esos 270 mil millones de dólares no pertenece al país, sino que se trata de una línea de crédito que el Fondo Monetario Internacional ha puesto a disposición del gobierno mexicano en caso de que la tormenta derive en huracán categoría 5. Así, las municiones se ven mermadas por ese pequeño detalle. De hecho, si utiliza esa línea de crédito, parte de las reservas o de otro tipo de recursos públicos se destinarían al costo financiero de dicho débito.

De cualquier suerte, el arsenal mexicano presumido por el doctor Agustín Carstens, que ocupa la oficina principal en el Banco de México, palidece frente al de otras naciones, como en el caso de China, que posee alrededor de 40 por ciento de las reservas mundiales.

Ante los efectos de un huracán categoría 5, los cerca de 200 mil millones de dólares en reservas internacionales con los que cuenta México serían insuficientes. Aguantaría, tal vez, un meteoro de menor fuerza (categoría uno o dos, en el mejor de los casos), pero no más.

Recuérdese la tormenta (léase catarrito) del periodo 2008-2009, cuando –sólo como ejemplo– el 10 de octubre del primer año citado, en menos de un par de horas las hordas especulativas consumieron más de 6 mil millones de billetes verdes de las reservas internacionales del país, para que al final de cuentas la moneda mexicana se desplomara estrepitosamente.

De hecho, históricamente las reservas internacionales de México (pocas o muchas) se han desmoronado ya sea por razones netamente económicas o por acontecimientos políticos. Semanas atrás se ejemplificó esta situación con tres casos concretos:

El asesinato de Luis Donaldo Colosio le costó al país 10 mil 785 millones de dólares en reservas internacionales, monto que engulleron las hordas especulativas a lo largo de poco menos de un mes (del 24 de marzo, el día siguiente del magnicidio, al 21 de abril de 1994), a razón promedio de 372 millones de dólares diarios; el error de diciembre (el día 21 de ese mes de 1994) le costó a los mexicanos 4 mil 543 millones de dólares en reservas internacionales, y si se considera el mes completo, el primero del gobierno zedillista, 6 mil 336 millones de billetes verdes, un promedio diario de poco más de 204 millones, y el 10 de octubre de 2008 las hordas especulativas devoraron un total de 6 mil 400 millones en poco más de una hora (en los dos días previos engulleron 2 mil 500 millones adicionales, para redondear 8 mil 900 millones en sólo tres días, o lo que es lo mismo, más de 10 por ciento de dichas reservas acumuladas a esa fecha, sin mayores resultados).

En la escalera mundial, de acuerdo con la información del Fondo Monetario Internacional, México ocupa el peldaño número 12 en lo que a monto de reservas se refiere: 196 mil millones de dólares, en números cerrados, monto que apenas representa 1.9 por ciento del arsenal total acumulado por la comunidad de naciones.

China se ubica en la primera posición mundial: más de 4 billones de dólares acumulados (el dato es de 2014) para hacer frente a la tormenta (Carstens dixit) global, con todo y zarandeo financiero y cambiario. Ese monto resulta 20 veces superior al reconocido por México, de tal suerte que la potencia asiática tiene verdaderamente con qué defenderse, pues cuenta con 40 por ciento de las reservas mundiales.

En el peldaño número dos se encuentra Japón, con un total cercano a un billón 300 mil millones de dólares, es decir, seis veces más que el arsenal mexicano, y el escalón número tres lo ocupa Arabia Saudita, con un acervo cercano a 750 mil millones de billetes verdes, casi cuatro veces por arriba de México.

El propio Fondo Monetario Internacional no tiene muy claro la efectividad de las reservas, porque si bien representan un importante instrumento de política económica, no existe consenso sobre la manera de decidir el nivel deseado de reservas en un país determinado. Además, advierte, más allá de su importancia, las reservas tienen sus costos, y para el caso mexicano sería cercano a 5 mil millones de dólares anuales.

Los países mantienen reservas por diversas razones, de acuerdo con el FMI: para cultivar la confianza en la moneda nacional, contrarrestar los trastornos de los mercados, respaldar la conducción de la política monetaria, acumular activos para finalidades intergeneracionales o influir en el tipo de cambio. También prefieren mantener reservas con fines precautorios; es decir, para que las autoridades nacionales tengan un margen de maniobra que les permita responder a shocks, prevenir condiciones caóticas en los mercados y evitar una dislocación de la economía. Existen también propósitos no precautorios; por ejemplo, un país exportador de petróleo puede volcar en las reservas una parte de ese ingreso a fin de preservar un patrimonio para las generaciones futuras (que no es el caso mexicano).

Las reservas internacionales de un país varían según el tipo y la estructura de la economía y pueden contribuir a mitigar la probabilidad de crisis de balanza de pagos y preservar la estabilidad económica y financiera, pero no lo garantizan, subraya el FMI, y la reciente historia económica mexicana es prueba de ello.

Lo que sí puede presumir el gobierno mexicano –si es que en realidad vale para algo– es que las reservas internacionales acumuladas resultan superiores a las de Estados Unidos (la diferencia es de alrededor de 50 mil millones de dólares), aunque es necesario subrayar que la economía gringa es 15 veces más grande y poderosa que la mexicana.

En fin, ante la magnitud de la tormenta y su brutal efecto, el arsenal mexicano está a prueba y nada raro sería que las balas acumuladas sean de salva.

Las rebanadas del pastel

Mientras sigue la feria de recortes a la estimación oficial sobre crecimiento económico en 2015, el dólar se vendió ayer en ventanilla a 15.56 pesos, y el barril mexicano de exportación a 54.90 billetes verdes, ligeramente por debajo de la víspera.

Twitter: @cafevega