Opinión
Ver día anteriorViernes 24 de abril de 2015Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
¡Voz que lleva aire!
M

emoria de esas noches de El Camarón de la Isla Cante jondo. Viejo teatro de Granada ¡Que cante; Voz que lleva aire! Seguido a las cuevas y la Alahambra” madrugadora. Rumor antiguo y sonar de agua de fuentes, alegrías, jaleos y bulerías, a contrapunto de malagueñas y seguidillas. Sensación de siete cuchillos en el vientre que no conocían ni frenos ni límites. Un solo goce; delirios animales, palomos cachondeando arrullos; ruiseñores en eróticos vuelos; gallos en gallardas altanerías de quiquiriquís; lustrosos lenguajes de pavo simple, arranque de negro toro, toro negro, terciopelo, rematado en exhibición de opulenta cola de pavo real; sacrificio culpígeno, para la expiación de una culpa antigua, pasión que cegaba y enloquecía.

Brutalidad que traidoramente acechaba, ayes y jipios que rasgaba entrañas; ausencia y dolor. Abandonos, lamentos, deseos vapor de representaciones a punto de hervir. Ronco hervidero del fondo subía y pugnaba por salir, volvía a caer. Más representaciones estallaban comprimidas y quebraban la cárcel que aprisionaba. Espacio de nadie, inasible y enloquecedor, habitación siniestra, confrontada con deseo insatisfecho.

Remembranza alrededor de lo que fuera y quien fuera, hasta converger una área protegida de toda interferencia de ambivalencias; fuerzas encontradas. Deseo angustiante de fusión, con quien sea y donde sea. Recuerdos, experiencias, vivencias, historias, que unan espacios en que se reconstruya y articule el deseo, no por insatisfacible, menos buscado.

Huella ineliminable, que resurge perennemente atormentada. Dilema mezcla de dos vidas corrientes, principio del caos exaltado, aterrorizante, que separa, divide, descompone y envía a un espacio de amor ilusorio que esconde la crueldad, violencia e ingenuamente queremos eliminar una y otra vez.

Vivencias de aquellas noches, al salir del teatro, en las cuevas y madrugada en La Alahambra, en que se escapaba el ser y trataba de aferrarlo, apretarlo con jipíos, jaleos, antes de desvanecer. Esperar juego de vida que es aparecer, desaparición en que algo falta, infinita e indefinida trama de deseos, necesidad de la primera. Extranjero, sólo tú procuras ese placer que nadie sabe dar. Necesidad de algo más, sin saber qué es más.

Nostalgia pesada carga de relaciones estables, a partir de lo inalcanzable, atrapar el cante; rumor de voz que se va sin encontrar. Lamento e intento de vocalización indispensabilidad de ella, que no es y sí es. Revelación, que aparece, desaparece: El Camarón de la Isla fenómeno del cante que se fue detrás de algo.

Camarón; maestro de negación de la realidad que nos ahoga. Se acabó el carnaval y venga la depresión.