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Debe tener datos de desaparecidos: familias de las víctimas

La Iglesia católica abrirá sus archivos sobre la dictadura en Argentina
Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 24 de abril de 2015, p. 21

Buenos Aires.

El papa Francisco anunció que la Iglesia abriría sus archivos sobre la última dictadura cívico militar (1976-1983) en este país, aseguró aquí Ángela Lita Boitano, de la Agrupación Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas, quien sostuvo un encuentro con Jorge Mario Bergoglio en el Vaticano.

En declaraciones a una radio local, Boitano dijo que preguntó a Francisco si la Iglesia podría hacer una autocrítica y abrir sus archivos en relación a la dictadura y añadió que le respondió que se está preparando un documento sobre el tema.

Dirigente histórica del organismo de derechos humanos, Boitano afirmó que el Papa le prometió ocuparse del tema y que Iglesia tenía datos sobre desaparecidos. Durante aquellos años del terrorismo de Estado, los familiares denunciamos las violaciones a los derechos humanos que se cometían en Argentina y mandábamos cartas al Vaticano. Así que ahí debe haber información, dijo Boitano.

La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto indicó que el Papa argentino logró que los organismos de derechos humanos recuperen, después de muchos años, la confianza en la Iglesia católica y la esperanza, pero aclaró que no existe una desclasificación masiva de archivos, aunque se brinda información cuando se formula un pedido judicial ante el Vaticano. Es un tema que se maneja con mucha prudencia”.

Recordó que como católicas se habían dirigido a la Iglesia para denunciar las desapariciones y apropiaciones de niños durante la dictadura, y nos dieron la espalda, lo que nos dolió mucho. Pero ahora existe una actitud distinta.

Rechazan a la dirigencia de organizaciones judías

Centenares de argentinos de origen judío se encontraron en el auditorio de la Federación de Obreros y Empleados Telefónicos, cuya capacidad colmaron, para expresar su rechazo a las dirigencias de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) y la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), a las que acusan de adueñarse de la voz de todos los judíos argentinos.

No creemos que nuestra postura represente a toda la comunidad, pero negamos a la DAIA y la AMIA su postura de creerse voz de ella, depositaria del monopolio de lo judío, advirtieron los organizadores del plenario, y que aspiran a que sea el germen de un espacio colectivo y democrático basado en lazos de solidaridad por sobre los vínculos comerciales.

La gota que pareció desbordar el vaso de sectores progresistas de la comunidad fue la utilización de la muerte del fiscal Alberto Nisman en enero pasado, por ambas instituciones y las ultraderechas locales, incluso incrustadas en algunos lugares de la justicia para golpear al gobierno.

Por lo pronto, Aníbal Fernández, jefe de gabinete, dijo que es la justicia la que debe decidir el pedido de captura a nivel internacional del ex espía Antonio Jaime Stiuso que estuvo 42 años en la Secretaría de Inteligencia del Estado hasta que el gobierno actual decidió cerrarla y formar un nueva institución, ante la gravedad de la situación en la misma.

El gobierno presentó querellas contra Stiuso, pero la justicia actuó lentamente, e incuso permitió que huyera del país; se informó en estos días que había viajado a Florida, Estados Unidos. Tiene relaciones cercanas con la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y los servicios de espionaje de Israel, el Mossad.

Stiuso es requerido por la justicia para que dé explicaciones sobre la colaboración que brindó al Nisman en la causa que investigaba el atentado contra la AMIA, ocurrido en julio de 1994. Nisman fue encontrado muerto de un balazo en la cabeza en su casa en esta capital el pasado 18 de enero, días después de que presentó una demanda sin pruebas contra la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y otros de proteger a funcionarios iraníes presuntamente implicados en el ataque a la mutual judía.