La exposición Memorias, de la artista Carolina Esparragoza, quien explora la televisión como dispositivo comunicador de imágenes a la vez que de divulgador de verdades, se inauguró ayer en el Centro Nacional de las Artes (Cenart).

El conjunto de nueve esculturas se realizó en 2005, con una técnica llamada fosfografía, en la que una imagen en alto contraste, a manera de plantilla, que se reproduce de forma continua en el cinescopio de un televisor, quema el fósforo dentro del aparato.

En un ensayo sobre la muestra, Liliana Quintero Álvarez Icaza explica: “El proyecto surgió como una experimentación acerca del dispositivo televisivo. Su afán parte de dos perspectivas: una busca indagar el mecanismo generador de imágenes y la otra reflexiona sobre el dispositivo como artilugio divulgador de verdades.

“Confronta –agrega la curadora y especialista en estética y cultura digital– el problema de la obsolescencia tecnológica: mientras más tiempo transcurre, las esculturas se vuelven fósiles de lo que alguna vez fue la televisión y, a su vez, las imágenes impresas reclaman un estatus de vestigio.”

Materializar dibujos animados

La serie de Carolina Esparragoza (DF, 1977) propone materializar imágenes de dibujos animados de los años 70 y 80 del siglo pasado que viven en el recuerdo de una generación de jóvenes que, a diferencia de sus progenitores, crecieron mirando el televisor.

Las piezas pertenecen a la Colección Isabel y Agustín Coppel y a la coleccionista Christiane Hajj.

Memorias ganó el segundo lugar del Concurso de Artes Electrónicas y Video Transitio_mx 01 y una mención en la séptima Bienal Monterrey Femsa; fue seleccionada en la 12 Bienal de Fotografía del Centro de la Imagen e incluida en The emergence of video processing tools, recopilación de textos alusivos al video como herramienta creativa e innovadora.

La exposición en la Galería de Arte Electrónico Manuel Felguérez del Centro Multimedia del Cenart (Río Churubusco, esquina calzada de Tlalpan, colonia Country Club) terminará el 12 de junio.