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El Museo Dolores Olmedo presenta por séptima ocasión el tradicional espectáculo

Iluminan luces de colores el cielo en la quema de judas realizada en Xochimilco

Música y danza, otras actividades que integraron el programa de Semana Santa en el recinto

Foto
Figuras de dragones y diablos, en la tradicional espectáculo correspondiente a la Semana SantaFoto María Luisa Severiano
 
Periódico La Jornada
Domingo 5 de abril de 2015, p. 3

Sábado de Gloria. El sol quemante del mediodía obliga a las personas que se encuentran en los jardines del Museo Dolores Olmedo Patiño a improvisar abanicos de papel, algunas mujeres prefieren cubrirse la cabeza con un rebozo o buscar la sombra de un árbol, pero quienes asisten cada año a la tradicional quema de judas, que ofrece ese recinto como parte del Carnaval de Tradiciones, ya saben que deben llevar sombrero, gorra o sombrilla.

A pesar del intenso sol, las más de 4 mil personas que acudieron al museo, cuya construcción en otros tiempos fue conocida como Hacienda La Noria, esperaron con entusiasmo el espectáculo que tiene como protagonistas enormes monigotes de cartón, encohetados y de diversos colores.

Son los judas, figuras de diablos y dragones, elaborados por artesanos de Tultepec, estado de México, quienes utilizaron la estructura de carrizo para formar el personaje, después lo revistieron de papel reciclado o periódicos, y finalmente lo afinaron con papel kraft o maché para pintarlo con tintas acrílicas, hasta darle un acabado perfecto.

La producción de Judas es una forma de expresión que desde el Virreinato se integró a las festividades de Semana Santa, porque representan el triunfo del bien sobre el mal, de ahí que la figura comúnmente sea un diablo, aunque en años recientes también se realizan muñecos de políticos o personajes populares.

Las primeras detonaciones de los cohetes ocurrieron pasadas las 13 horas. El cielo se iluminó con las candelas de colores, los niños asombrados al unísono gritaron ¡oh!, mientras observaban cómo el primer torito y las figuras de un hombre y una mujer explotaban al ritmo de la tambora.

Como parte del espectáculo se realizaron otras detonaciones y se lanzaron miles de papeles de colores que cubrieron al público, en seguida se escuchó una marcha fúnebre, tres hombres cargaban a un judas con figura de dragón, el cual giró colgado de una cuerda y en unos minutos estalló en pedazos.

El castillo es otro fuego artificial importante en este Carnaval de Tradiciones, que por séptimo año consecutivo realiza el Dolores Olmedo. La quema del castillo se realiza por partes. Las primeras explosiones son las de unas enormes ruedas que giran, y este efecto está acompañado por un intenso humo de color rosa y amarillo que invade poco a poco el jardín.

La quema de judas se convierte en una fiesta con música de banda. Al ritmo de la tambora, los toritos bailan, y siempre con la marcha fúnebre se anuncia la quema de otro monigote de cartón, que en esta ocasión son dragones.

El público permanece atento, su rostro se ilumina con una sonrisa; los niños, sobre todo los más pequeños, se cubren los oídos para no escuchar las fuertes detonaciones, una niña además cierra sus ojos con fuerza, para no ver cómo explota el dragón.

El último judas es un enorme diablo de color rojo, con cuernos amarillos, después de quemarse, las personas son sorprendidas con más detonaciones que salen de la parte de atrás del jardín, son las llamadas candelas, que se pierden en el cielo.

Cuando parece que ha terminado el espectáculo de juegos pirotécnicos, se escuchan música que es acompañada por más detonaciones. Los estallidos marcan el ritmo, es música con cohetes. La gente se ríe y quiere bailar. Al final suena la canción México del grupo Timbiriche, con la que el grupo de artesanos de Tultepec agradece los aplausos del público.

La verbena popular continuó con la presentación de Danzaura, ballet folclórico formado por jóvenes.