Moscú.

El ministro de Cultura ruso despidió al director de un teatro siberiano cuya producción de la ópera Tannhäuser, de Wagner, ofendió a la poderosa Iglesia ortodoxa.

Varios miles de personas se concentraron frente al teatro en Novosibirsk, 2 mil 800 kilómetros al este de Moscú, para protestar contra la pieza operística, que consideraron ofendía a los cristianos.

Alzaban banderas, retratos del presidente Vladimir Putin y carteles con leyendas como El cristianismo ortodoxo es la base de la gran cultura rusa.

La polémica en torno de Tannhäuser creció en las semanas recientes y muchas personalidades se pronunciaron en defensa de la interpretación moderna de la ópera de Richard Wagner, del siglo XIX.

Sin embargo, ayer, el ministro de Cultura, Vladimir Medinsky, destituyó al director del Teatro Estatal de Ópera y Ballet de Novosibirsk, Boris Mezdrich.