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78 Convención Bancaria

Son líneas de defensa ante volatilidad por caída de petroprecios y política de la Fed

Anuncia el BdeM alza a tasas de interés y que intervendrá en el mercado de divisas
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El gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, durante la 78 Convención BancariaFoto Argelia Valles
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Periódico La Jornada
Viernes 20 de marzo de 2015, p. 26

Acapulco, Gro.

El Banco de México anticipó incrementos en la tasa de interés de referencia y anunció intervenciones en el mercado de divisas como parte de las líneas de defensa para enfrentar la volatilidad en los mercados financieros internacionales causada por la caída en el precio del petróleo y la expectativa de un aumento, este año, de los réditos en Estados Unidos.

Al no ser sorpresiva la etapa de volatilidad en los mercados financieros internacionales causada por la expectativa de reversión de la postura monetaria en Estados Unidos (que se expresaría en un incremento de las tasas de interés) y en parte también por la caída en el precio del petróleo, sería de esperarse que las autoridades tuvieran un plan de acción previsto. Este es el caso, afirmó Agustín Carstens Carstens, gobernador del Banco de México (BdeM), en la inauguración de la 78 Convención Bancaria.

Las que describió como líneas de defensa en materia de política monetaria y cambiaria para enfrentar la volatilidad se forman a partir de intervenciones en el mercado cambiario y ajustes en la tasa de interés de referencia del banco central, cuyo nivel determina el costo que las empresas y familias pagan por sus créditos o el interés que reciben por sus ahorros en el sistema financiero.

Después de cerca de ocho años de mantener tasas de interés históricamente bajas, se prevé que este año el Banco de la Reserva Federal (central) de Estados Unidos comience la normalización de su política monetaria expansiva, aplicada a raíz de la crisis de 2008-2009 para estimular la economía de ese país y recuperar el empleo destruido por la recesión. Una de las acciones tomadas fue reducir las tasas de interés, lo que comenzaría a revertirse este año.

La política del banco central estadunidense, mencionó esta tarde Carstens, generó grandes incentivos para que capitales de Estados Unidos fluyeran a otros países que ofrecieran mayor rendimiento. México, añadió, ha sido receptor de parte de esos capitales. No sorprende que ante la inminencia de que la Reserva Federal inicie la normalización de su postura de política monetaria, se haya generado una reasignación de carteras y que este fenómeno, junto con la abrupta caída del precio del petróleo, se haya reflejado principalmente en una depreciación significativa de la moneda nacional frente al dólar y, en menor proporción, en un aumento de las tasas de interés, añadió.

En este punto, precisó que la depreciación del peso, que llegó a acumular una devaluación de 20 por ciento en los últimos dos años, según datos del banco central, ha tenido un impacto muy limitado sobre la inflación, aun con lo cual la junta de gobierno del banco central se mantendrá muy atenta, dijo, a la evolución del tipo de cambio y su impacto en los precios promedio en la economía.

Destacó las líneas de defensa a las que el banco central recurrirá para enfrentar el efecto de la volatilidad financiera internacional:

Primera, permitir que la absorción de desequilibrios y/o perturbaciones se lleve a cabo principalmente a través de ajustes de mercado del tipo de cambio y de las tasas de interés.

Una segunda es que ante la ausencia de liquidez en el mercado cambiario (lo que provoca una depreciación del peso), procede intervenir en dicho mercado, de preferencia a través de mecanismos transparentes y basados en reglas. La acumulación de reservas y la línea de crédito contingente del Fondo Monetario Internacional por cerca de 75 mil millones de dólares nos otorga los suficientes grados de libertad para actuar de esta manera.

Tercera: la junta de gobierno del banco central podría ajustar su postura monetaria mediante aumentos en el objetivo de la tasa de interés, que está en 3 por ciento anual desde junio pasado, en caso de que se perciba que está en peligro la consolidación de la convergencia de inflación a nuestro objetivo permanente de 3 por ciento, lo cual podría suceder en caso de que la Reserva Federal inicie la normalización de su política, anticipó.