Economía
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78 Convención Bancaria/ Marcos Martínez Gavica, Grupo Financiero Santander
Hay desencanto por el resultado de la economía en estos años de gobierno

La gente se espantó por la fiscalización y dejó de usar las tarjetas de crédito

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El presidente ejecutivo del Grupo Financiero Santander, Marcos Martínez Gavica, en entrevista con La JornadaFoto José Antonio López
 
Periódico La Jornada
Miércoles 18 de marzo de 2015, p. 31

En varios sectores de la sociedad mexicana evidentemente hubo desencanto por el resultado económico en los primeros años del gobierno, asegura Marcos Martínez Gavica, presidente ejecutivo del Grupo Financiero Santander. Pero eso ya es historia y no ha disminuído el interés de las empresas y fondos de inversión, sobre todo extranjeros, por México, afirma en entrevista con La Jornada en el marco de la 78 Convención Bancaria, que se realiza esta semana en Acapulco, Guerrero.

En el último año, comenta, hubo una disminución en el uso de tarjetas de crédito que atribuye a que la gente se espantó por la posibilidad de ser fiscalizada por la autoridad recuadadora de impuestos, algo que, sostiene, no ocurrió porque ni siquiera existen los instrumentos para ello. Después de varios años de tasas de interés de referencia en niveles históricamente bajos, viene un incremento de los réditos, se anticipa volatilidad en los mercados financieros, pero nada que, asegura, vaya a encarecer sobremanera los costos que hoy pagan empresas y familias por sus préstamos bancarios. Santander es una de las instituciones que se han involucrado en el financiamiento de proyectos energéticos, y en diciembre pasado anunció que pondría a disposición de las empresas recursos prestables por 10 mil millones de dólares para este sector.

–Unos meses después de iniciado el actual gobierno usted comentó que era arriesgado generar altas expectativas como resultado de las reformas que en ese entonces se proponían y que ya fueron aprobadas desde hace un año. ¿Qué ha pasado con la expectativa generada por este gobierno?

–Evidentemente en varios sectores hubo una especie de desencanto porque no se viera el crecimiento. Eso ya sucedió, es historia. Eso no ha quitado o disminuido el interés de las empresas y de los fondos de inversión por México. Siguen viendo al país, sobre todo los extranjeros, como el mejor destino para invertir y el de mayor potencial de crecimiento en América Latina. Por eso hablo con optimismo de lo que viene, de los proyectos que se anticipan y en los que hay mucha gente interesada.

–Es claro que los proyectos, sobre todo los de mayor dimensión relacionados con la reforma energética, llevan su tiempo de preparación. Pareciera que se avanza poco.

–Veo a la Comisión Federal de Electricidad y a Petróleos Mexicanos muy activos, pensando y viendo cómo aceleran sus procesos. Son las dos empresas que más van a generar posibilidades de proyectos y de inversión. Veo también el nuevo aeropuerto de la ciudad de México, que va a todo lo que da, ya están prácticamente listos para echar a andar su modelo de financiamiento y hay mucho interés de todos nosotros por participar.

–¿De qué manera pueden afectar estas previsiones la reciente volatilidad de los mercados financieros y la eventual alza en las tasas de interés en Estados Unidos y México?

–Hay que ver dónde anda el tipo de cambio. Pero como ese movimiento no tiene que ver con un factor interno, sino que es consecuencia del fortalecimiento del dólar frente a otras divisas por la mejora de la economía estadunidense, lo que hay que hacer es prepararse. Tenemos que acostumbrarnos a transitar lo mejor posible estas épocas de volatilidad, que no se van a acabar pronto. Hay que tener mucha sensibilidad para ver por dónde van los movimientos. Veo que las autoridades mexicanas están tomando medidas muy rápidas tratando de que haya la menor volatilidad posible; pero nadie la puede evitar. Sabíamos que cuando comenzara la normalización de la economía de Estados Unidos (después de la crisis de 2008-2009 que, entre otras medidas, fue enfrentada con una disminución de las tasas de interés) iba a haber volatilidad que afectaría los tipos de cambio y la liquidez de muchos sistemas. Afortunadamente el sistema financiero mexicano seguirá con mucha liquidez. Lo que está ocurriendo quizá anticipe la subida de las tasas de interés en Estados Unidos y en México.

–En los últimos años han disminuido las tasas de interés en los préstamos a las empresas y en los créditos de las familias y personales. Cuando comience a darse el incremento de tasas ¿seguirá siendo momento para que las personas y empresas tomen créditos?

–No va a haber subidas abruptas de las tasas. Creo que no va pasar nada. Si suben las tasas medio punto en la tarjeta de crédito o en el préstamo personal no pasa nada, no cambia nada. En cuanto a los créditos hipotecarios, este es un buen momento para tomar uno, para aprovechar las tasas de interés.

–¿Es propicia la situación del país para generar mayor actividad y crecimiento económico?

–No podemos obviar que hay escenarios complicados como el de Guerrero. También, la transición de la reforma educativa, que avanza pero que evidentemente, como en toda reforma, enfrenta resistencias y se notan sus síntomas. Por otra parte, el país no ha terminado de resolver su problema de seguridad, aunque hay avances importantes en los meses recientes. Hablando sobre el primer punto, sabíamos que iba a haber costos y resistencias de personas de ciertas tendencias ideológicas y políticas para evitar la evolución de las reformas. Es el costo de haberlas hecho, son crisis por las que tendríamos que pasar y no nos deben espantar porque no se pueden evitar.

Hacia proyectos de energía

En 2014, explica Marcos Martínez, Santander aumentó su cartera de crédito a una tasa anual de 18 por ciento, el doble del crecimiento del sistema financiero. En áreas que la institución considera estratégicas, como el financiamiento a pequeñas y medianas empresas, el aumento fue de 27 por ciento, y en préstamos hipotecarios 18 por ciento, en ambos casos arriba del promedio del conjunto de bancos.

Nuestra otra especialidad es el financiamiento de proyectos, que nos da la oportunidad de ser el banco que más participe en el financiamiento y estructuración de proyectos, especialmente los relacionados con la energía, dice Martínez Gavica. En diciembre pasado, Ana Botín, presidenta del Grupo Santander, dijo durante una visita a México que esa institución financiará proyectos de infraestructura por 10 mil millones de dólares en el país en los siguientes tres años.

Al momento, expone Marcos Martínez Gavica en la entrevista con este diario, ya es una realidad el financiamiento de Santander en el proyecto Ramones 1, un gasoducto de Tamaulipas a Nuevo León, en el que la institución financiera comenzó por asesorar a Petróleos Mexicanos y después fue el soporte financiero de Ienova, la empresa encargada de desarrollar la obra. Santander también participa en la segunda fase del proyecto.

–¿La caída en los precios del petróleo afecta los planes de Santander en el sector energético o el monto de financiamiento anunciado en diciembre pasado por la señora Botín?

–Los está alterando en sentido positivo. Los que requieren un mayor precio del petróleo no son con los que está comenzando la instrumentación de la reforma energética.

–¿El monto de inversiones anunciado en diciembre sigue vigente?

–Sigue vigente porque además fue un compromiso inicial. No es todo lo que Santander va a invertir. Los 10 mil millones de dólares anunciados son una muestra del compromiso y de qué tan decididos estamos a participar. Pero pensamos que los proyectos van a necesitar un monto mayor y lo vamos a subir cuando se usen esos 10 mil millones de dólares.

–¿En qué tiempo espera que esa cantidad sea utilizada?

–Depende de los proyectos. Nosotros no podemos prever. Esos 10 mil millones son revolventes. Por ejemplo, cuando Ramones 1 o Ramones 2 se terminen de construir y empiecen a producir podrán obtener recursos accediendo a los mercados directamente en buenas condiciones y liberarán los créditos. Esos créditos liberados los volveremos a utilizar para financiar otros proyectos.

–El año pasado hubo menor crecimiento al esperado en crédito al consumo. ¿A qué lo atribuye y qué espera para este año?

–Pensamos que el crédito en el sistema va a crecer alrededor de 10 u 11 por ciento y que nuestro banco va a crecer al 16 por ciento; el crédito al consumo, personal y de nómina lo estamos creciendo hasta el momento al 18 por ciento y el empresarial 17 por ciento. El hipotecario también está creciendo más de lo que pensamos. El único renglón que no está creciendo bien, tanto en el sistema como en nuestro banco, es la tarjeta de crédito.

–¿Por qué no está creciendo el préstamo en tarjeta de crédito?

–Creo que la gente se espantó, sintió que podía ser fiscalizada a través del uso de la tarjeta, que evidentemente es algo que no va a suceder porque ni siquiera están los instrumentos para poder hacer un seguimiento fiscal por el uso de la tarjeta de crédito. Pero la gente se espantó.