Sociedad y Justicia
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Nadie está protegido contra la enfermedad, advierte Pío de la Hoz, de Colombia

Sin freno, la transmisión del virus de chikungunya en las Américas

La población de localidades con dificultades de acceso al agua potable, en riesgo

La OMS reporta 374 afectados en México

Descenso de temperaturas evitó reproducción del mosquito

 
Periódico La Jornada
Martes 17 de marzo de 2015, p. 33

La transmisión del virus de chikungunya no se puede frenar. Ninguna persona en la región de las Américas tiene protección contra la enfermedad, por lo que el riesgo de contraerla es el mismo para toda la gente y más en las localidades con dificultades de acceso al agua potable.

Una vez que el virus ingresa a un territorio tiene el potencial de una epidemia explosiva y de colapsar los sistemas de salud, advirtió Fernando Pío de la Hoz, director del Instituto de Salud Pública de Colombia.

Al transmitir la experiencia de su país con este padecimiento, resaltó que los mayores retos se han presentado en lugares con escasas o nulas medidas de saneamiento y en aquellas donde el agua llega cada dos o tres días.

No se puede pedir a las personas que laven sus tinacos o tambos a diario, porque implicaría que se queden sin agua.

El especialista también resaltó que a diferencia de lo que dice la literatura, la artritis que causa el chikungunya permanece durante varios meses hasta en la mitad de los enfermos y no en 15 por ciento, como se pensaba. Es un tema relevante porque implica largos periodos de incapacidad de los afectados.

Comentó que los síntomas de endurecimiento y dolor en articulaciones se presenta en las manos, muñecas, tobillos, rodillas y dedos de los pies, además de que los casos más severos de la infección se reportan en mujeres embarazadas y recién nacidos.

Pío de la Hoz estuvo en México hace unos días para participar en el Congreso Nacional de Salud Pública. Ahí recordó que el chikungunya se describió por primera vez en 1952, a partir de un brote en Tanzania. Ahora hay casos en Asia, África y Europa. Desde finales de 2013 se reportaron los primeros brotes en las Américas, inicialmente en las islas del Caribe.

Dijo que en las epidemias recientes en la región, entre 38 y 63 por ciento de la población resultó afectada. Otro dato relevante es que entre 3 y 28 por ciento de los individuos que adquiere el virus transcurre sin síntomas y son los que contribuyen a la diseminación de la enfermedad si son picados por los mosquitos.

En México, la cifra oficial reporta 374 enfermos hasta el pasado 13 de marzo, de acuerdo con el reporte de la Organización Mundial de la Salud.

La Secretaría de Salud (Ssa) ha señalado que la transmisión del chikungunya era inevitable y reconoció que el descenso de las temperaturas que se registró a partir de noviembre en la República ayudó a frenar la reproducción del mosquito transmisor.

El insecto de la familia Aedes (aegypti y albopictus) es el mismo que disemina el dengue, otro padecimiento para el cual existe un programa nacional de prevención y control de los criaderos. Aunque, explicó el especialista colombiano, en el caso del chikungunya, en los primeros tres días de la infección existe el mayor riesgo de diseminación por la mayor presencia del virus en sangre.

Entre las medidas más importantes para prevenir la enfermedad –igual que con el dengue– están la limpieza de patios y quitar todos los depósitos de agua donde el mosquito se pueda reproducir.

Con el chikungunya, la estrategia es la misma, aunque el daño a la salud es más severo con esta infección, por la incapacidad física que causa durante varios meses.

Pío de la Hoz dijo que en Colombia, en unos cuantos meses (entre agosto y marzo) se confirmaron 200 mil casos mediante pruebas de laboratorio, pero se estima que alrededor de un millón de individuos en aquel país han enfermado.