Desde la ventana de su cuarto en el hotel Presidente Chapultepec, los integrantes del grupo Chicago observan el gran cartel promocional de los conciertos de Luis Miguel en el Auditorio Nacional, donde la banda se presentó a mediados de los años 70 del siglo pasado y los roqueros mexicanos trataron de dar portazo, pues si en una tocada heavy no pasaba nada no era tocada; los que no pudieron entrar quemaron la caseta del sitio de taxis y los que habían podido comprar un boleto de gayola se deslizaron por unos tubotes que tenía el foro de Reforma antes de su remodelación. Todo eso para verlos... pero hoy todo ha cambiado y no ocurre nada de actos rebeldes o vandálicos.

Ayer, en conferencia de prensa, hablaron de su presentación de este martes en la Arena Ciudad de México, en Azcapotzalco, ante un público ya acostumbrado a conciertos de todo tipo cada semana. Aparecerán en el escenario con su cauda de logros, desde que se fundaron en la Ciudad de los Vientos, en 1967.

Cada vez que llega al Distrito Federal una banda con historia también reaparecen los viejos reporteros roqueros. Hay magnetismo y un gusto por ciertos batacazos.

Sin que nadie les preguntara se dijeron admiradores de Luis Miguel, cuya gran fotografía cuelga en el frente del Auditorio Nacional, a quien han visto incluso como público en alguno de los conciertos, sí, del intérprete de La incondicional. También se manifestaron en pro de Maná. Sorpresas y opiniones inesperadas.

En total, serán seis los conciertos de Chicago en México. Estamos muy conscientes de los logros que hemos tenido con los más de 36 discos que tenemos y los años de carrera; sabemos que hemos sido capaces de viajar a muchos lados, pero regresar a este país por décima vez es un honor, expuso Robert Lamm, vocalista y tecladista.

Hoy será una noche de un grupo con estilo, de las big bands rocanroleras. Los famosos Metales Dorados y su mensaje de vivir alegres un sábado en el parque. Es tiempo de bailar y de pasear a los bebés.

Lamm añadió que esperan que algunos de los que asisten a los conciertos de Luismi vayan a verlos a ellos. “Ojalá podamos tener un reconocimiento como el que tiene Luis Miguel (por haberse presentado muchas veces en el Auditorio Nacional). Hoy vi su fotografía, igual que la vez pasada que vinimos. Estar en la ciudad de México es importante, porque es una de las urbes más grandes del mundo. Los fans son muy entregados”.

Los otros conciertos de Chicago en esta gira por México serán en el Polifórum de León, el 5 de marzo; en la Arena Monterrey, el 7; en el Auditorio Josefa Ortiz de Domínguez, de Querétaro, el 10; en el Auditorio Telmex de Guadalajara, el 12, y en la Plaza de Toros de Aguascalientes, el 14 de marzo.

El baterista Tris Imboden dijo: Me gusta Maná. Considero que Álex es un buen baterista y además es amigo. Debo decir que hace años tuve la oportunidad de asistir a un concierto de Luis Miguel y es uno de los mejores espectáculos que he visto, por la música, la coreografía, la producción; realmente me impresionó.

A la pregunta de cuál consideran que ha sido su mejor momento en casi 50 años, coincidieron en que es el actual. “Nuestro mejor disco es el más reciente, Now, de 2014”.

El trombonista James Pankow precisó: Nos hemos dado cuenta de que la música es capaz de cruzar las generaciones, porque todos están conectados en un nivel, desde gente muy adulta hasta jovencitos, y es sorprendente que eso pase en nuestros conciertos.

Destacaron el trabajo del grupo Reo Speedwagon, con quien han compartido cartel. La industria de la música ha cambiado. La tecnología da la oportunidad de escuchar temas de todo el mundo. Invitaron a sus seguidores a asistir a alguno de sus conciertos de la gira con Earth, Wind & Fire. Sobre cómo sorprenderán al público cuando festejen 50 años de historia, Pankow comentó chabacanamente que saldrán a tocar desnudos.