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Se calcula una disminución de $300 mil millones con respecto a los fondos de 2014

Habrá menos recursos y menor financiamiento este año: BdeM

Por la reducción que se espera de fuentes externas se prevé una afectación en el acceso al crédito para el sector privado

El consumo no muestra señales de retomar el dinamismo

 
Periódico La Jornada
Viernes 20 de febrero de 2015, p. 25

La economía mexicana resentirá este año una reducción en el flujo de recursos financieros, advirtió el Banco de México (BdeM). La menor disponibilidad de fondos puede afectar el acceso del sector privado al financiamiento, y ocurrirá en un entorno de menor crecimento respecto al esperado y de una lenta recuperación del mercado interno, donde se generan dos terceras partes del producto interno bruto (PIB), estableció.

El banco central calculó que este año los recursos disponibles para la economía mexicana, tanto los provenientes de fuentes externas como internas, serán menores en 300 mil millones de pesos a los de 2014, cantidad que equivale a 1.7 puntos del PIB.

En total, la economía mexicana dispondrá este año de recursos por el equivalente a 8.1 puntos del PIB, una cantidad menor a la de 2014, que fue de 9.8 puntos del producto, apuntó el banco central en su Informe trimestral octubre-diciembre 2014, divulgado el miércoles por el gobernador Agustín Carstens Carstens.

Para 2015 se prevé una posible reducción en el flujo anual de las fuentes de recursos financieros, sostiene el informe. Esta reducción reflejaría principalmente una menor disponibilidad de recursos financieros del exterior, ante la expectativa de incrementos en las tasas de interés en Estados Unidos, dice.

El informe anticipa que los recursos financieros procedentes del exterior serán en este año equivalentes a 2.1 puntos del PIB, alrededor de 371 mil 100 millones de pesos. Es una cantidad menor a la de 2014, cuando esta fuente de financiamiento fue equivalente a 4 por ciento del PIB. Un punto del producto interno bruto equivale a unos 177 mil millones de pesos.

Particularmente, la mayor reducción es anticipada en el flujo de inversión financiera de extranjeros, precisamente como posible resultado de una eventual alza en las tasas de interés en Estados Unidos. En ese país las tasas se han mantenido por varios años en niveles históricamente bajos, como resultado de la política del banco central de aquel país de disminuirlas después de la crisis de 2008-2009 para estimular la actividad económica.

En México la tasa de interés de los bonos M a 20 años –emitidos por el gobierno– es de 7.7 por ciento, mientras el bono del Tesoro estadunidense a un plazo similar paga una tasa de 2 por ciento. La diferencia de tasas ha aumentado los flujos de inversión de extranjeros en bonos gubernamentales mexicanos.

El monto de bonos emitidos por el gobierno mexicano en poder de inversionistas extranjeros se ha multiplicado por nueve desde 2008, cuando comenzó la crisis, hasta alcanzar actualmente 2 billones 162 mil 268.9 millones de pesos, de acuerdo con datos del banco central.

En sentido inverso a la menor disponibilidad de recursos financieros del exterior, el Banco de México anticipó una expansión en las fuentes internas de recursos financieros de 5.9 por ciento del PIB en 2014 a 6 por ciento del producto este año.

Dada la reducción esperada en las fuentes externas de financiamiento, 2015 se vislumbra como un año en el que el acceso a financiamiento por parte del sector privado podría verse afectado, consideró. Sin embargo, apuntó, el recorte del gasto público anunciado por el gobierno para este año –por 124 mil millones de pesos, 0.7 por ciento del PIB– contribuye a liberar recursos para el sector privado ante un entorno externo menos favorable.

El miércoles el Banco de México redujo su previsión de crecimiento económico este año a un rango de entre 2.5 y 3.5 por ciento, medio punto porcentual menos que la previsión de hace tres meses. Una de las razones para el ajuste fue que el consumo privado todavía no muestra señales claras de que pudiera retomar un fuerte dinamismo a corto plazo, así como la caída en el precio internacional del petróleo –de cuya exportación depende un tercio del gasto público– y una menor producción nacional de crudo.