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Científicos remplazarán el acelerador construido en 2008 por uno cuatro veces más grande

Afinan planes para el sucesor del Gran Colisionador de Hadrones

Se prevé que el actual quede inactivo en 2040; 10 años antes deberá estar operando el nuevo, dice profesor de Oxford

Erigir uno en Ginebra en un túnel de 100 km de largo, una de las propuestas

The Independent
Periódico La Jornada
Viernes 20 de febrero de 2015, p. 2

Escasos cinco años después de que el Gran Colisionador de Hadrones empezó a estrellar unos átomos con otros para tratar de resolver los misterios del universo, los científicos ya planean remplazarlo con una enorme máquina cuatro veces más grande.

Los planes, discutidos por científicos en una reunión sobre futuros colisionadores circulares, la semana pasada en Ginebra, implican construir un supercolisionador en torno de esa ciudad suiza, en un túnel de 100 kilómetros de largo. El colisionador actual, construido por la Organización Europea de Investigación Nuclear (Cern) a un costo de 9 mil 200 millones de dólares, se comenzó a edificar a finales de 2008.

Apenas una semana después de que el GCH entró en operación, una fuga de varias toneladas de helio líquido retrasó las pruebas más de un año. Pero de entonces a la fecha ha compensado la fe de los físicos de partículas y el año pasado demostró la existencia del bosón de Higgs, la partícula subatómica que da masa a la materia.

Sin embargo, como el GCH debe quedar fuera de servicio antes de 2040, no hay tiempo que perder para planear su remplazo, sostuvo el profesor Philip Burrows, investigador en física de la Universidad de Oxford.

Puesto que el tiempo de gestación de los aceleradores grandes es de un par de décadas, necesitamos comenzar a pensar ahora si queremos tener un diseño a la mano para que una posible máquina nueva entre en operación en la Cern a finales de la década de 2030, expuso.

El doctor Rolf Heuer, director general de la Cern, comentó: Tenemos grandes esperanzas de que ahora que el GCH marche a mayor energía, el año próximo, podríamos obtener la primera visión de lo que es la materia oscura. Y ya después de eso yo asumiría que podríamos tener argumentos de física para contar con un futuro colisionador circular.

El nuevo tunel Cern de 100 kilómetros es una de varias propuestas que se consideran para remplazar el GCH, el cual lanza unos átomos contra otros virtualmente a la velocidad de la luz.

De ningún modo es seguro que el nuevo colisionador esté siquiera en Europa, pues Japón y China están interesados en albergar uno, y los científicos también discuten respecto de qué partículas deben probarse. Algunos favorecen las colisiones de protones, como se hace en el GHC, de 27 kilómetros, señalando la capacidad de alcanzar energías mucho más altas y condiciones extremas en un intento de estimular las que prevalecían durante el Big Bang. Otros apoyan usar electrones, que son más fáciles de dirigir y arrojan resultados más sencillos de interpretar.

Otros planes comprenden un colisionador lineal compacto, desarrollando nuevas tecnologías para poner energía en haces de partículas en distancias cortas.

Los costos de crear un nuevo colisionador, en un túnel de 100 kilómetros, serían enormes. Se calcula que haría falta extraer 10 millones de metros cúbicos de roca. La Cern rehúsa especular sobre las sumas requeridas, pero, dado el costo de 9 mil 200 millones de dólares del GCH, en el que sólo se retiraron 1.5 millones de metros cúbicos de roca, es probable que llegue a decenas de miles de millones.

Científicos deben informar a la Cern en 2018 qué es lo que debe construirse. Suponiendo que lleguen a un acuerdo, tardaría otros 15 años o más crear el nuevo colisionador.

También persisten inquietudes sobre las consecuencias imprevistas de la investigación de alto nivel. Científicos y expertos legales advirtieron que los planes de perfeccionar el acelerador de partículas más poderoso después del GHC, en el Laboratorio Nacional Brookhaven de Nueva York, conllevan el riesgo de crear microhoyos negros y strangelets, forma teórica de materia que podría provocar una reacción en cadena que convierta todo en materia extraña y destruya el planeta. Pero algunos temían lo mismo con el GHC, y hasta ahora hemos sobrevivido.

© The Independent

Traducción: Jorge Anaya