Cultura
Ver día anteriorLunes 9 de febrero de 2015Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 

El artista visual expone Ag en la galería Hilario Galguera

Bosco Sodi, contra las corrientes artísticas como dogmas

En mi obra hablo del accidente que hace único a un objeto, refiere

 
Periódico La Jornada
Lunes 9 de febrero de 2015, p. a10

Uno de los grandes errores en México a través de los tiempos ha sido crear corrientes que se fortalezcan de cierto arte como el muralismo, el oaxaqueñismo, o como le quieran llamar ahora, o el neoconceptualismo, cosa que le parece un absurdo al artista visual Bosco Sodi (México, DF, 1970).

Es necesario que haya todo tipo de arte, que éste tenga su espacio. El neoconceptualismo por sí solo no se valida. De otra manera sería un dogma, afirma Sodi, quien, aparte de inaugurar la exposición Ag, en la galería Hilario Galguera, estrena libro. Desde la portada y contraportada el lector se adentra en el mundo texturizado del pintor, que es retratado en el volumen editado por el alemán Jürgen Krieger, con ensayos de Agustín Arteaga, Mark Gisbourne, Bernardo Pinto de Almeida y Lily Wei.

Lejos de las tendencias

La obra de Sodi se caracteriza por la aplicación de una gruesa capa matérica sobre el lienzo, es decir, aserrín, mezclado con fibras, amasado con las manos. Un modo de trabajar contrario a las tendencias del mercado de arte, que en cierto momento le trajo críticas. Hay un concepto atrás, señala el entrevistado, quien cultiva la filosofía wabi-sabi, término estético japonés que Sodi relaciona con el paso del tiempo, lo no controlable.

Continúa: Los elementos orgánicos son lo que hacen las cosas únicas. Eso es algo que se ha perdido para mi generación, en que las personas buscan lo repetido, lo igual, la operación, el estar perfecto. Aquí es al revés. En mi obra trato de hablar del accidente, la grieta, la arruga, que hacen única a una persona o a un objeto. Trato de rencontrar esta conexión con el paso del tiempo, con el entorno, con base en el arte.

A principios de 2011, cuando Sodi expuso su obra en el Museo del Bronx, en Nueva York, se impuso un colorido de tonos rojos. Hace año y medio el artista, quien cursó estudios de ingeniería química, empezó a hacer obras sin color, o plateadas, con el objeto de darle más protagonismo a la textura, al craquelado y a la mano del pintor.

Elementos que remiten a pureza

El resultado fueron obras menos orgánicas, más gestuales y con más composición. Abundan las partes planas en las que no hay materia. Ahora es una obra mucho más pictórica, donde se nota más mi mano, anota, a la vez que expresa su deseo de irse, en cierto sentido, hacia superficies muertas. Como que la plata y el oro son, para mí, la ausencia de la vida, la pureza. El título de la muestra, Ag, es el símbolo de la plata en la tabla periódica.

La exposición también incluye una serie de esculturas doradas que en realidad son piedras volcánicas pintadas de cerámica color oro y metidas al horno a una temperatura de mil 200 grados. Hay un volcán cerca de Guadalajara, el Seboruco, a donde acude el artista a escoger las piedras que por su forma le interesan. Con la pátina dorada Sodi convierte una simple roca en un objeto precioso. Además, considera la piedra volcánica tan perdurable como la misma cerámica.

Ag, integrada por pintura y escultura, se exhibe en la galería Hilario Galguera (Francisco Pimentel 3, colonia San Rafael).