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La actriz interpreta en Still Alice a una mujer que se sume en la oscuridad de ese mal

Más que arrasar con premios, Julianne Moore concientiza sobre el Alzheimer

Personifica a una profesora de lingüística aquejada a los 50 años por un tipo de la enfermedad que afectará a sus hijos

Para representar el papel estuvo con un paciente que pudo describir cuán desorientado se sentía con los síntomas: esa incapacidad de rescatar una palabra, entre otros

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Julianne Moore el 25 de enero pasado, al recibir el premio a la mejor interpretación femenina por Still Alice, que le concedió su gremioFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Martes 3 de febrero de 2015, p. 9

Washington.

Con su representación de una mujer vibrante sumiéndose en la oscuridad del mal de Alzheimer, la actriz Julianne Moore hace algo más que arrasar con todos los premios. La película Still Alice está despertando conciencia sobre una enfermedad demasiadas veces sufrida en aislamiento, aun cuando el rostro que le ha dado Hollywood es más joven que el del típico paciente de la vida real.

Algunas cosas que debes saber sobre el Alzheimer: está en aumento, pero su comienzo temprano no es común.

La cinta es sobre una profesora de lingüística atípicamente aquejada a los 50 años con una forma de Alzheimer que afecta a su familia. Ese tipo del mal suma una pequeña fracción de los pacientes de es enfermedad neurodegenerativa.

Unas 35 millones de personas en el mundo, y 5.2 millones en Estados Unidos, padecen Alzheimer o demencias similares. La vasta mayoría tiene 65 años o más. Salvo por un logro médico, se esperan más del doble de casos en Estados Unidos para 2050, debido al envejecimiento de la población.

Se cree que hasta 4 por ciento de los casos son del tipo que afecta a las personas antes de los 65 años, usualmente en los 40 o 50, dijo Maria Carrillo, directora científica de la Asociación de Alzheimer, quien asesoró la película. En Estados Unidos, se calcula que son 200 mil personas.

En general, no se recomienda hacer pruebas genéticas.

El tipo de Alice es aún más raro. En la cinta, dice a sus tres hijos: Es de familia. Se pasa genéticamente.

Con esta forma de Alzheimer autosómica dominante, heredar uno de tres genes con mutaciones particulares lleva a la enfermedad.

Los hijos de un padre afectado tienen 50 por ciento de probabilidades de heredar la mutación causante del mal. Como en otras familias, los de Alice tienen que decidir si desean o no hacerse la prueba para saber.

Sin embargo, la mayoría de tipos de Alzheimer no están vinculados a un gen malo particular. Hay varios genes que pueden aumentar el riesgo, pero personas que nunca desarrollan síntomas de demencia también pueden tenerlos. Por eso los médicos no recomiendan que una persona promedio se haga estas pruebas genéticas.

Muchos síntomas son universales independientemente de la edad en que comienza el mal.

Puedo ver las palabras colgando frente a mí y no puedo alcanzarlas, y no sé quién soy o qué voy a perder después, dice Alice.

Para ayudar con la perspectiva de la cinta narrada en primera persona, el grupo de Carrillo puso a Moore en contacto con un paciente con principios de Alzheimer que pudo describir cuán desorientado se sentía con los síntomas: esa incapacidad frustrante de rescatar una palabra o el temor que produce de pronto no reconocer un sitio familiar.

Olvidar una palabra de vez en cuando es algo que le sucede a mucha gente. La Asociación de Alzheimer enlista señales de alarma que pueden distinguirse de los olvidos normales y que uno debería discutir con un médico, como pérdida de memoria que afecta la vida diaria, dificultad para completar tareas comunes, alejamiento de actividades sociales y cambios de personalidad.

La gente puede compensar por un tiempo.

Si les parece que en la cinta Alice declina súbita y rápidamente, consideren un concepto que los neurólogos llaman reserva cognitiva. Se cree que los que han tenido más años de educación tienen algo de protección, porque el aprendizaje adicional incrementó las conexiones entre las neuronas cerebrales. Cuando el Alzheimer comienza a bloquear esas conexiones, el cerebro al principio puede seleccionar una ruta alternativa para recuperar un recuerdo.

Tu cerebro se mantuvo a tope, explicó Carrillo. Pero con el tiempo, ese órgano llega a un momento crítico y ya no puede compensar, así que el cambio parece más dramático.

¿Qué depara el futuro? No existe una cura para el mal, y los tratamientos actuales sólo alivian los síntomas de manera temporal. Los científicos ni siquiera están seguros de las causas de la enfermedad, aunque se sospecha de una pegajosa proteína cerebral llamada amiloide.

Tampoco es sencillo un diagnóstico. No hay una prueba de Alzheimer, sino un montón de evaluaciones. A veces, los doctores usan tomografías para medir la acumulación de amiloides, pero sólo en casos cuidadosamente seleccionados, porque mucha gente sin Alzheimer también alberga la proteína.

El gobierno del presidente Barack Obama ha declarado como meta encontrar tratamientos efectivos para 2025.

Las investigaciones sugieren que el Alzheimer comienza a deteriorar el cerebro sigilosamente hasta 20 años antes de que comiencen a presentarse los síntomas. En este momento se estudia si contener el pegajoso amiloide durante ese periodo puede al menos posponer los síntomas unos años, si no evitarlos.