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Evidente, que el sol azteca es un instituto que se pudre: Rueda

Navarrete desestima las renuncias: el partido es más que seis fundadores
 
Periódico La Jornada
Sábado 24 de enero de 2015, p. 11

La renuncia del senador Alejandro Encinas al PRD reavivó la confrontación entre militantes y evidenció la salida de más fundadores del partido.

Carlos Navarrete, presidente nacional del sol azteca, señaló que en tres meses sólo ha recibido 28 renuncias –entre ellas la de Cuauhtémoc Cárdenas y la de Encinas–, y dijo que un partido es mucho más que seis fundadores y 28 renunciantes.

Presumió que 2 millones 400 mil perredistas siguen en las filas del partido, y éstos continúan luchando diariamente.

Las palabras de Navarrete fueron objeto de crítica en redes sociales por parte de otros perredistas. Gerardo Occelli, comisionado de Auditoría, apuntó: para el presidente miope de Navarrete sólo han sido 28 renuncias. ¿Crisis? ¿Cuál crisis?.

José Antonio Rueda, de la corriente Red de Izquierda Revolucionaria (Redyr), señaló: Cada vez es más evidente que no es un barco que se hunde, sino un partido que se pudre.

Gilberto Ensástiga, de Patria Digna, manifestó: “postura cómoda la de ‘me voy’… ni hablar, otra baja sensible para el PRD”.

Mary Telma Guajardo, secretaria de política de alianzas del partido e integrante de Nueva Izquierda, consideró a su vez que Encinas reniega de la casa que lo cobijó y apoyó. Abandona en tiempo de crisis.

En redes sociales también se difundió la renuncia de otros fundadores del partido, con fecha 8 de enero.

Adriana Luna Parra, Jesús Zendejas, Osbelia Arellano, Lamberto García y David Sánchez expusieron que dejaron las filas del partido por la traición de los líderes dominantes a los principios que motivaron su fundación.

Enfatizaron que la crisis del PRD se profundizó al perder su identidad de izquierda y pervertirse la democracia interna. Más aún, al perpetrarse el cacicazgo del grupo Nueva Izquierda, carente de legitimidad y credibilidad ante la militancia, apoyado internamente por otros afines, cuyos liderazgos alejados de las causas sociales deambulan sin autoridad política ni moral pública ante el pueblo mexicano.