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Dan la espalda al alcalde cuando pronunciaba un discurso

Despiden miles al policía de Nueva York asesinado la semana pasada
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Momento en que cientos de agentes desairaron a Bill de Blasio (en la pantalla) frente a la iglesia Christ Tabernacle, en el distrito de QueensFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Domingo 28 de diciembre de 2014, p. 21

Nueva York.

El vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, junto con miles de policías que llegaron de todo el país, asistió al funeral del agente de origen puertorriqueño Rafael Ramos, asesinado hace una semana en la ciudad de Nueva York.

Decenas de miles de hombres y mujeres uniformados participaron en el sepelio. Autoridades del cuerpo de policía de Nueva York, que cuenta con 35 mil agentes, aseguraron que decenas de miles de ellos llegaron de todo Estados Unidos e incluso Canadá para asistir al acto. Algunos viajaron miles de kilómetros desde lugares como California, Georgia e Indiana.

Este asesinato ha tocado el alma del país, declaró Biden al asegurar que la policía de Nueva York es probablemente la mejor del país. Creo que esta corporación y esta ciudad increíblemente diversa mostrarán al país la manera de superar las divisiones, añadió Biden en medio de aplausos.

El gobernador Andrew Cuomo señaló que nada va a derrotar o dividir a nuestra familia de Nueva York.

Muy criticado por algunos agentes de policía, el alcalde neoyorquino, Bill de Blasio, calificó a Rafael Ramos de héroe, hombre de paz y amor, y ofreció sus condolencias a otra familia, la de la policía de Nueva York, que sufre mucho en este momento.

Sin embargo, evidenciando la tensión persistente entre el alcalde y su cuerpo de policía, cientos de oficiales que seguían la ceremonia frente a la iglesia Christ Tabernacle, en el distrito de Queens, optaron por dar la espalda a la pantalla instalada en la calle, la cual transmitía la imagen de De Blasio cuando éste hablaba en el funeral, dentro del templo.

Sus palabras despertaron un tibio aplauso, miantras las del vicepresidente, el gobernador y el jefe de la policía neoyorquina, Bill Bratton, fueron recibidas calurosamente. Bratton hizo especial hincapié en la necesidad de una reconciliación.