Opinión
Ver día anteriorMiércoles 24 de diciembre de 2014Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
De nuestras Jornadas

Ausencias y una esperanza

L

os siete temas principales que marcaron la agenda pública del estado en este difícil año fueron los siguientes:

La ausencia de una estrategia de seguridad que realmente resuelva los problemas y no sólo centralice mandos policiacos, sin dejar a un lado la perspectiva de seguridad ciudadana, humana y territorial. El país se ha estremecido por acontecimientos en este ámbito: la desaparición de 43 normalistas, que reveló el asalto del crimen organizado al Estado, lo que lleva al segundo tema: la captura del Estado por los poderes fácticos, lo que constituye la causa de fondo de su falta de capacidad para generar desarrollo humano.

El tercer tema fue la situación de la Universidad Autónoma de Zacatecas. La insuficiencia financiera y la ausencia de conducción provocaron una seria crisis institucional y pusieron de manifiesto la inexistencia de políticas de desarrollo basada en la generación de conocimiento. El gobierno no invierte en educación superior e incumple su obligación de impulsar el desarrollo científico en la entidad.

La cuarta cuestión fue la estrategia económica del gobierno estatal, basada en la atracción de inversión extranjera directa sin planes de encadenamientos productivos para que ésta resulte benéfica y no sólo rapaz. No existe un plan económico que tenga como objetivo los poderes endógenos de la economía local. El quinto punto es la pobreza. El programa Sumar quedó en evidencia como una manera de encubrir algunos indicadores sin atender las causas reales del empobrecimiento.

El sexto tema de la agenda fue la ausencia de transparencia por la falta de autonomía de los órganos fiscalizadores, el abandono de la evaluación por el Legislativo y la ausencia de rendición de cuentas da vía libre a la corrupción y la impunidad. Todo junto es una muestra del autismo de la clase política, separada del tejido social zacatecano, que está sumamente desencantado.

El último punto es fuente de esperanza: el despertar y la movilización de los jóvenes zacatecanos que hacen pensar en nuevos ciudadanos que pueden sacar al estado del desaliento e impulsar el deseo de participar de la vida pública en busca de alternativas a un ambiente lleno de corrupción y cinismo.