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Se creó hace 10 años para recuperar la noche: Francisco Serrano

El Lunario se consolida como sitio abierto al jazz y la música alternativa
 
Periódico La Jornada
Martes 2 de diciembre de 2014, p. a10

Hace 10 años, el Lunario del Auditorio Nacional nació bajo el lema de Un espacio para recuperar la noche, basado en sitios como El Señorial o El Royal, porque en su momento ya no había un espacio de cabaret o bar donde tomar una copa y ver un espectáculo en forma.

Era una necesidad tanto para artistas como para público. Hoy, el Lunario es una realidad y el proyecto trabaja con solidez, expresó en entrevista Francisco Serrano, director de desarrollo corporativo de dicho negocio.

Una clave para el buen funcionamiento del sitio es que no se ciñe a un solo tipo de música ni a un sólo formato. Nos abrimos, por ejemplo, al jazz y a la música alternativa. Grupos que se presentaron por primera vez en México ya están en el Auditorio Nacional o en el Metropólitan. Aquí estuvo John Legend. Ahora tenemos un referente en el DF como centro de espectáculos. La gente busca la copa, la música y la cercanía, la intimidad, la comunicación directa con el artista. Aquí, desde cualquier punto, se puede ver el espectáculo, con buen sonido y luces. La idea es que la gente se lleve una experiencia única al regresar a su casa. Es decir, se trata de cumplir la expectativa.

Contrario sensu, hay artistas que en el sube y baja de la ola de la popularidad optan por presentarse en el Lunario y no en el Auditorio Nacional, proponiendo otros formatos. Recuerdo la primera vez que se presentaron Pancho Varona y Antonio García de Diego; el primer concierto que dieron de Noches sabineras fue en el Lunario. Estaban aterrados. Decía Pancho que había tocado ante 60 mil personas, pero que nunca había estado al frente. Siempre detrás de Sabina; aunque iba a estar sentado frente a 500, se moría de miedo. Dijo que le vería la cara al público. Este lugar confronta al artista y le exige más porque la distancia es corta. La fila más lejana equivale a estar en la fila M del Auditorio.

Los logros ahí están y en el futuro inmediato el plan es crear nuevos públicos. Hemos impulsado al National Theatre, el ciclo de conciertos Con Cierta Independencia, para bandas nuevas y fuera del circuito comercial. De aquí han salido grupos importantes y esto es parte de lo que se reforzará. Se promoverá que artistas nuevos tengan su oportunidad. Ya son dos años seguidos que hacemos el Ciclo de Música Barroca y cambiamos la costumbre de oír esa música aquí y no en un atrio, por ejemplo, o en una capilla. Sacar los espectáculos de su entorno tradicional ha sido un acierto.

En cada concierto hay un grupo de trabajadores que colocan micrófonos, luces, instrumentos. Esto lo hemos hecho de forma gradual, con mucha evaluación. Debo reconocer que no todos los eventos han salido como hemos querido. En este año hemos realizado más de 30 actividades vinculadas al décimo aniversario y nos ha ido bastante bien.

En la variedad de espectáculos, dijo, hay unos géneros que no caben en el Lunario. “Más bien no es el lugar adecuado. Por ejemplo, la standup comedy nos la han propuesto muchas veces, pero creo que no ha tenido resultados satisfactorios. La misma naturaleza del espacio da ese tipo de definiciones, no porque nosotros no lo queramos hacer. No obstante, ha habido heavy metal, trash metal, indie, rock and roll, las Noches de Salón Lunario, en las que invitamos a la gente a bailar. Hay artistas que no pueden llenar el Auditorio, pero sí un Lunario, que es libre y limpio. Los Hermanos Castro vienen aquí, lo mismo que la trova, Alejandro Filio, muchos. Sabemos, sí, que quizá hay unos géneros que no funcionan muy bien, pero sí en otros espacios.

Los precios son accesibles y buscamos que estén al nivel del público que nos busca. Puedo decir que comparando lugares nuestra barra es barata. Aquí no hay problemas de inseguridad y afirmamos que el Lunario está la mejor esquina de México. El público llega contento porque sabe que estará en un sitio seguro, al que se puede llegar en Metro.