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Piden visibilizarlos; los desaparecidos podrían ser hasta 150 mil

Caravana de madres de migrantes centroamericanos expresa su dolor
 
Periódico La Jornada
Sábado 29 de noviembre de 2014, p. 18

La décima caravana de madres de migrantes desaparecidos Puentes de Esperanza acusó que en México se vive más que un holocausto migrante, por los miles de centroa­mericanos que no han sido localizados en su cruce por México hacia Estados Unidos.

En conferencia de prensa ayer en Cencos, el Movimiento Migrante Mesoamericano que la acompaña señaló que las estadísticas académicas –ante la falta de datos oficiales– arrojan que el número de secuestros y desapariciones van de un piso de 70 mil hasta un máximo de 150 mil.

Anita Zelaya, madre del salvadoreño Rafael Alberto Rolin Zelaya, desaparecido desde 2002, narró el dolor por el que atraviesan los familiares de los desaparecidos y planteó que vienen a exigir al gobierno que pare esta masacre.

Expresó solidaridad para esas otras madres que en este país han desaparecido a sus hijos. Entendemos el dolor y el calvario por el que están pasando, dijo.

La décima caravana de las madres centroamericanas se inició, en territorio nacional, en Tenosique, Tabasco, el 20 de noviembre. La componen 43 personas, entre madres, padres y hermanos de migrantes desaparecidos provenientes de Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala, así como activistas.

Desde hace 10 años denuncian la violencia que padecen sus connacionales en “este territorio minado que es México, convertido en una gigantesca fosa clandestina para quienes huyen en una migración forzada por la violencia estructural extrema –económica, política y social– que los expulsa de sus tierras”, de acuerdo con el Movimiento Migrante Mesoamericano.

Decenas de miles de centroamericanos han desaparecido en México a partir de 2006 y con mayor intensidad en 2010 y la tragedia continúa escalando, recuerda la organización.

Las madres rastrean en reclusorios hospitales, albergues y diversas rutas que utilizan los migrantes en su tránsito al norte, con la intención de dar con sus hijos y otros connacionales. Esta ocasión piden a la sociedad civil su apoyo, porque el gobierno ha hecho oídos sordos.

Lourdes Poniz, de Guatemala, cuestionó que se carezca de registros sobre el paso de los migrantes en México y demandó a las autoridades que les den visibilidad, vivos o muertos, y respeto para su integridad.

Álvaro Sandino, de Nicaragua, lamentó que en México, lejos de cumplir con tratados internacionales en materia de derechos humanos, traten de eliminar sueños y aspiraciones de lo que huyen de la violencia y la pobreza. No es posible que en un país que se llama democrático estén haciendo esto.

Anita Zelaya reflejó el dolor de esas familias sumidas en la pobreza, con años de búsqueda de hijos y hermanos a cuestas. La cantidad de desaparecidos es tan grande, sostuvo, que exigimos un alto. Que el gobierno nos dé respuestas ya, que ya no se burlen de nosotros.