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El barítono búlgaro interpreta el personaje principal de esa ópera de Verdi

Vladimir Stoyanov debuta en México y protagoniza Rigoletto

Lo escrito por el compositor italiano sigue vigente, porque el amor, el odio y la traición no cambian, dice el cantante a La Jornada

Afirmar que puedo hacer ese papel de forma nueva es una mentira, porque es imposible; si logro emocionar al público, soy la persona más feliz

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Rigoletto es una obra completa en el sentido de que condensa, de manera puntual, la naturaleza humana, al abordar los lados positivos y oscuros de nuestra especie: la alegría, el sufrimiento y el dolor, expresa Vladimir Stoyanov a La Jornada. El cantante participará en tres de las seis funciones de esa obra en el Placio de Bellas ArtesFoto Guillermo Sologuren
 
Periódico La Jornada
Sábado 22 de noviembre de 2014, p. 3

Sin importar épocas ni circunstancias, el alma humana siempre será la misma. Así justifica el barítono búlgaro Vladimir Stoyanov (1969) la vigencia, la frescura y la valía de las óperas de Giuseppe Verdi (1813-1901).

El ser humano es para mí igual en todas las épocas, porque siempre ha soñado, odiado, amado. Lo único que ha cambiado son los contextos político, económico y cultural, pero nosotros, como especie, seguimos siendo lo mismo, explica.

Por eso, lo que escribía Verdi hace casi 200 años es muy actual para nosotros y lo será para todos los tiempos, porque aborda valores que no cambian y trascienden, como el amor, el odio, la traición. La profundidad del alma humana será siempre igual.

La aclaración del cantante, uno de los más reconocidos dentro de su tesitura en el panorama internacional contemporáneo, viene a cuento debido a su participación en la puesta de Rigoletto, que la Ópera de Bellas Artes ofrecerá en el máximo recinto cultural del país durante seis funciones, a partir de este domingo 23 de noviembre

En lo que representa su debut en México, Stoyanov interpretará a Rigoletto, el bufón jorobado de la corte del Ducado de Mantua, que es el papel protagónico de este muy conocido título del repertorio internacional.

La producción que se verá en el Palacio de Bellas Artes fue presentada el año pasado en el Teatro Bicentenario, de León, Guanajuato. Su dirección escénica está a cargo de Enrique Singer, mientras la parte concertadora, de Srba Dinic, al frente del Coro y Orquesta del Teatro de Bellas Artes.

Música de 200 años

De acuerdo con Stoyanov, Rigoletto es una obra completa, en el sentido de que condensa de manera puntual la naturaleza humana, al abordar los lados positivos y oscuros de nuestra especie, la alegría, el sufrimiento y el dolor.

Quizá por ese motivo ésta sea una de las óperas más montadas en el mundo, señala, y resalta que para la tesitura de barítono representa el título más importante dentro del repertorio operístico de todas las épocas.

A su decir, Verdi profesaba un gusto especial por la voz de barítono y, aunque la constante o lo acostumbrado en el repertorio operístico es que el tenor sea el protagonista, el compositor italiano dejaba muchas veces ese papel en los cantantes de aquella tesitura más grave.

“Tenemos varias obras que así lo demuestran, como Nabucco, Rigoletto, Simon Boccanegra. Verdi amaba la voz de barítono, una de las arias más importantes del repertorio verdiano es para esta tesitura”, indica.

En entrevista, Vladimir Stoyanov se define como intérprete ciento por ciento verdiano y precisa que ésta es una característica, sobre todo, de estilo.

Porque la voz es natural, proviene de Dios, pero el estilo de cantar lo hace uno y en el repertorio verdiano se distingue porque la palabra está muy pegada a la música, detalla.

Con Verdi, por vez primera en la historia, el teatro entra a la ópera: la palabra y la música se unen. El cantante en este caso es un actor que canta, no un cantante que actúa.

Tratar de hacer una propuesta diferente o novedosa con títulos como éste resulta complicado y poco comprensible para el barítono búlgaro, pues, explica, es una ópera muy conocida a la que poco puede hacerse ya.

Si digo que puedo hacer Rigoletto de forma nueva es una mentira, porque es imposible. Lo único que me queda es interpretar muy bien a este personaje y, con ello, emocionar al público. Esa es la única cosa que puedo intentar como artista, si lo logro, soy la persona más feliz del mundo.

Actualmente hay una gran moda en Europa de buscar hacer las cosas de manera nueva, pero no siempre se puede. Esta es una música de 200 años, de otra época y debe ser interpretada conforme a su contexto. Tratar de hacerla de modo distinto requiere de mucha inteligencia, pues de otra manera resultará algo fallido.

Vladimir Stoyanov dice que aceptó venir a México consciente de la aguda problemática social, de inseguridad y violencia prevalecientes aquí. Considera que son temas no privativos de nuestro país, sino de una delicada situación a escala mundial.

Tengo 45 años y no recuerdo un momento tranquilo en mi país ni en el mundo. Siempre estamos en problemas económicos, políticos y sociales. Es normal, lo que no puede serlo nunca es cuando mueren las personas. Fuera de ello, hemos estado igual en los pasados 2 mil años, comenta.

Lo que me animó a venir fueron los comentarios de muchos colegas mexicanos y que es un país que no conozco. Por eso tenía mucha curiosidad y acepté. Me he encontrado con que México es un país muy grande, colorido y de mucho movimiento, muy diferente a Suiza, donde vivo. Me gusta mucho esa vida, ese espíritu de movimiento.

El barítono actuará en tres de las seis funciones programadas de Rigoletto: los días 23, 25 y 27 de noviembre. Las presentaciones restantes estarán a cargo del mexicano Carlos Almaguer, los días 2, 4 y 7 de diciembre, en el recinto de avenida Juárez, esquina con Eje Central Lázaro Cárdenas, Centro Histórico.

El resto del elenco lo integran, en los papeles estelares, el tenor Arturo Chacón (el Duque de Mantua), que alternará con el también mexicano Xavier Cortés; Elena Gorshunova será Gilda, alternándose con Leticia Altamirano, y Eric Halfvarson, como Sparafucile.