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EU dice que aún no se debe utilizar la técnica; en Gran Bretaña se votará si se usa ya en 2015

Dudan sobre seguridad de la paternidad triple in vitro

Hay alternativas para prevenir la transmisión de enfermedades mitocondriales mucho menos invasivas, señaló experto estadunidense

Aún se tienen pendientes para permitir las pruebas clínicas

The Independent
Periódico La Jornada
Martes 18 de noviembre de 2014, p. 2

Los planes para permitir la llamada paternidad triple en la fertilización in vitro (FIV) ya desde el año próximo son prematuros, debido a cuestiones de seguridad no resueltas en cuanto a la salud de los niños, advierte un asesor científico.

El Reino Unido está en curso de ser el primer país del mundo en permitir la creación de embriones vía FIV, mezclando el material genético de dos óvulos para prevenir la transmisión de trastornos mitocondriales.

En cambio, Estados Unidos ha decidido que es muy pronto para permitir este procedimiento, señaló el profesor Evan Snyder, quien dirige el panel científico que asesora a la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA, por sus siglas en inglés) en transferencia de mitocondrias.

Señaló que aún existen muchos pendientes de seguridad para permitir las primeras pruebas clínicas de esta técnica en el país, y por implicación en Gran Bretaña, donde la recomendación científica del gobierno es que no es insegura.

Se espera que el Parlamento británico vote en breve si cambiará la ley para permitir el procedimiento de transferencia de mitocondrias, lo cual podría abrir el camino para que investigadores de la Universidad de Newcastle creen los primeros embriones vía FIV de triple paternidad, mezclando el material genético de dos óvulos y un esperma, ya el año próximo.

Sin embargo, en charla con The Independent, el profesor Snyder comentó que llevaría varios años más de investigación completar las verificaciones necesarias para asegurar que la transferencia de genes mitocondriales de un óvulo donante a un óvulo recipiente se ajusten a las reglas de la FDA sobre seguridad de pruebas clínicas.

“El panel de la FDA de ningún modo es antagónico a esta intervención. Las enfermedades son terribles, no existen tratamientos y la tecnología hasta ahora es un tour de force”, señaló el profesor Snyder. “Sin embargo, todos concluyeron que aún queda mucho trabajo por hacer.

“Se necesita un poco más de trabajo in vitro, tiene que haber ciertas pruebas en animales, más seguimiento a largo plazo en las crías que nazcan de monos y probablemente de otros animales de sistemas reproductivos similares al humano”, precisó.

Calculamos cuánto tiempo llevaría llenar estos huecos preclínicos y al parecer sería entre dos y cinco años. Dos años si las cosas van bien, cinco si marchan más despacio, acotó Snyder.

Cuando digo dos años me refiero al tiempo en que los datos preclínicos estarían disponibles, y luego se necesitaría evaluarlos. Los huecos de los que hablo tienen que ver con cuánto trabajo científico preclínico se necesita antes de que científicos o alguien de la FDA se sienta tranquilo de que nos hemos cerciorado de la seguridad y eficacia del método, añadió.

Más o menos uno de cada 6 mil 500 bebés es afectado cada año por defectos hereditarios en los genes de las mitocondrias, cuerpos microscópicos del citoplasma celular que generan la energía necesaria para mover cada célula del cuerpo. Existen 37 genes mitocondriales, apenas 0.2 por ciento del total de genes en el genoma humano, y son transmitidos exclusivamente a través de los óvulos de la madre.

Esperanza para centenares de familias británicas

Se cree que menos de 100 familias británicas consideran la transferencia de mitocondrias como forma de procurar que sus hijos biológicos estén libres de esos trastornos. Unas cuantas buscan activamente el tratamiento en Newcastle cuando la ley lo permita.

Al preguntársele si sería justificable autorizar el procedimiento por razones de compasión con familias afectadas que están desesperadas por tener niños libres de enfermedad, el profesor Snyder sostuvo que no se debe permitir hasta que se complete la investigación adicional.

No creo que sea permisible. Existen formas alternativas de prevenir la transmisión de enfermedades mitocondriales en los niños que son mucho menos invasivas y mucho más seguras, expresó.

Se debe recordar que este no es un tratamiento. Si lo fuera, sin duda la barrera sería diferente, porque son enfermedades terribles y uno desea que las vidas de esos niños sean mucho mejores. Esta es una forma de prevenir la transmisión hereditaria de enfermedades dentro de una familia y, francamente, hay otras maneras de hacerlo, señaló.

Existen otros métodos de reproducción que pueden prevenir la transmisión. Se pueden usar óvulos donados y el esperma del padre y, sí, no serían los óvulos de la madre, así que no sería una madre genética, pero tampoco sería una adopción, porque involucraría un componente genético de uno de los padres, explicó el profesor Snyder.

Creo que aun si una familia insistiera en que necesita este método y no puede esperar a que se cuente con los datos que afirmen la seguridad y eficacia, en Estados Unidos tendría que seguir los canales regulatorios apropiados, y no se concedería.

Interferencia con el resto del genoma, asunto por atender

Uno de los asuntos por atender es si la transferencia de genes mitocondriales de un óvulo a otro interfiere con el resto del genoma humano en los cromosomas del núcleo celular, lo cual podría tener serios efectos colaterales imprevistos para los niños.

¿Podemos separar por completo los efectos del ADN mitocondrial y el ADN nuclear y cualquier interacción imprevista? Esa era una de las áreas de ciencia básica que se necesita indagar. No ha sido investigada ni en primates ni en mamíferos, indicó Snyder.

Las mitocondrias sólo se transmiten por línea materna, por lo que algunos científicos han sugerido que sólo se implanten embriones FIV masculinos, para prevenir daño potencial a generaciones futuras.

No sabemos si estos cambios se transmitirán a generaciones futuras. Ese es uno de los estudios que necesitamos hacer. Una de las preguntas que surgen es si los estudios iniciales se deben hacer sólo en crías masculinas hasta que todo el tema pueda estudiarse más, explicó.

Una de las cuestiones fue que, si hacemos pruebas clínicas, ¿deben limitarse a la descendencia masculina? El consenso es que probablemente no, pues necesitamos tener formas de observar la transmisión de una generación a otra, añadió el profesor Snyder.

© The Independent

Traducción: Jorge Anaya