La crisis que vivimos hoy, la violencia, la impunidad y la injusticia también es cultural y tiene que ver con el desgarramiento del tejido social, advirtió el titular de la Secretaría de Cultura del Gobierno del Distrito Federal, Eduardo Vázquez Martín, durante la presentación del Foro Internacional Comunidad, Cultura y Paz, que inició con una conferencia donde el poeta Javier Sicilia subrayó que el país ya está cansado de los pactos y el Estado tiene que escuchar lo que manifiesta la sociedad.

El foro se realizará del 10 al 14 de noviembre en sedes de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), el auditorio Simón Bolívar del Antiguo Colegio de San Ildefonso y del Museo Memoria y Tolerancia.

Las conferencias serán transmitidas también vía streaming. La inauguración será el sábado con la Carrera de Relevos por la Paz, que partirá a las ocho de la mañana de la Paloma de la Paz, en Cuernavaca, a la explanada de Rectoría de la UAEM, donde la Orquesta Sinfónica de la Ciudad de México ofrecerá un concierto.

“El país –agregó Vázquez Martín– atraviesa una ola horrible de violencia, impunidad e injusticia, pero ese fenómeno se contrapone con una resistencia social al mismo y la construcción de alternativas desde la sociedad que tienen que ver con la defensa de la vida, los recursos naturales, la convivencia.

“En las pláticas para este foro llegamos a la conclusión de que esa dimensión cultural de la violencia que vivimos hoy, que la crisis, también era cultural y tenía que ver con el desgarramiento del tejido social, que es la disolución de la comunidad.

La construcción de comunidad es un acto de resistencia a la barbarie y se dan muchísimos de estos actos en el país. Las comunidades indígenas forman quizá algunos de los enclaves más notables en la defensa de su territorio, en Chiapas, o Michoacán, en Oaxaca, en Guerrero, en el norte con los yaquis, los wixárikas en los desiertos de San Luis Potosí. Vimos que había una construcción de comunidad que estaba poniendo el acento en la autorganización, pero también hay experiencias en las ciudades y en las comunidades que no son necesariamente indígenas, otras formas que tienen que ver con las autodefensas, las policías comunitarias que todas apuntan a buscar una solución a este estado de barbarie y tienen una dimensión cultural, advirtió el funcionario.

El foro nace con la idea de abrir un espacio para que todas esas experiencias dialoguen entre sí. Es, dijo Vázquez Martín, abrir un espacio para la palabra para construir entre todos esa posible ruta de salida, de avance, ante este estado de terror.

El encuentro sí tiene una dimensión cultural, que apunta desde su nombre en el tema de la comunidad, sí hay una apuesta porque esta reconstrucción, paz y convivencia no tendrá una solución policiaca, militar o política, sino que parte de la construcción de una forma de convivencia nueva y el fortalecimiento de la comunidad desde su base. Si no reconstruimos la convivencia mínima entre las personas y vecinos, difícilmente saldremos de esta crisis.

Por salir de una situación de terror

Javier Sicilia, del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, dijo: El Estado es absolutamente incapaz de responder a su vocación, que es cuidar la paz, seguridad, justicia y armonía. No han encontrado a 43 muchachos en más de un mes (y eso) habla muy mal del Estado, pero dice algo más: durante estos dos años en que se aprobó la ley de atención a víctimas nos han mentido, no han buscado a ninguno de los desaparecidos, de los 30 mil desaparecidos que nos decían que estaban buscando. Las pruebas son las fosas que se han encontrado en la búsqueda de los muchachos de Ayotzinapa, verdaderamente habla muy mal del Estado y los acusa su negligencia, añadió.

Estamos cansados de los pactos, subrayó. Nosotros estamos trabajando justamente donde debemos trabajar, con la gente, donde radica la democracia, que es el poder de la gente, nos están constantemente traicionando, queremos ver que están realmente tomando medidas serias y veremos si es un pacto que funcione, pero mientras tanto nos parece una pifia más.

Entre los invitados figuran Adolfo Gilly, Julio Hernández López, Luis Hernández Navarro y Hermann Bellinghausen, colaborador, columnista, coordinador de Opinión y reportero de La Jornada, respectivamente; Pablo Benson, de Occupy Wall Street, y el sacerdote Alejandro Solalinde.

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