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Héctor de Anda inaugura la exposición Acumulaciones en una galería en Narvarte

Revisa artista 25 años de quehacer, influencias, experiencias y cotidianidad

Siempre he cuidado no estar en las modas, sino dejarme llevar por mi intuición, expresa a La Jornada

La muestra incluye unas 90 obras, entre pintura, escultura, instalación y un video

 
Periódico La Jornada
Jueves 6 de noviembre de 2014, p. 5

Siempre he pensado que al final uno es el resultado de lo que ha vivido y le vendrán las influencias de lo que ha visto del arte en general, de lo cotidiano y de cosas que ni se acuerda. Sin embargo, a la hora de aplicarlas llega un momento en que el subconsciente trabaja de tal modo que resurgen, vienen de una manera inmediata y espontánea, dice Héctor de Anda (San Juan de los Lagos, Jalisco, 1950).

Así, no es de sorprenderse que el artista denomine Acumulaciones a su exposición más reciente y ambiciosa en cuanto a cantidad de obra se refiere, de unos 90 trabajos, entre pintura, escultura, instalación y un video, que abarcan 25 años de producción.

Montada en la Galería Eje, la muestra reúne todo lo que he acumulado en todos los sentidos, desde lo físico hasta lo mental y emocional, que se ve finalmente en el trabajo que presento en esta revisión, dice en entrevista con La Jornada.

De Anda explica que en realidad trabaja desde hace 33 años, sin embargo, no fue posible conseguir obra de los años 80 del siglo pasado.

Influencia de Carrington

La primera exposición individual del artista se realizó en 1983 en La Galería, en Valle de Bravo, estado de México. Exhibió cerámica, cajas, pintura y arte objeto en forma de máscaras muy influenciadas por Leonora Carrington, sobre todo, pero también por Remedios Varo.

¿Le llamó la atención el surrealismo? No, la pintura del inglés William Turner ha constituido mi mayor impacto visual. Todos sus paisajes y marinas violentas, la luz, el movimiento, el paletazo, o sea, era muy fuerte, muy expresivo.

Al nombre de Turner agrega el de Mark Rothko y el expresionismo abstracto de Nueva York y el impresionismo, que también fueron corrientes que me movieron mucho, me apasionaron, pero no traté de copiarlas.

Héctor de Anda siempre se ha dejado llevar por lo que trabaja en el momento: No me he conflictuado jamás respecto de quién me ha influenciado o no, o si es espontáneo, neto o no. Se resolverá lo que quiero hacer, combinando con todo lo visceral e intuitivo que puedo ser. Esto me mueve mucho.

Aunque dice que ha dibujado desde niño, no cursó la carrera de arte en ninguna de las escuelas de la ciudad de México. Al contrario, estudió teatro en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México, porque quería ser actor. También quería ser escenógrafo, en la medida que siente que el teatro obviamente conjuga todas las artes y me fascinaba la idea de manifestarme de esta manera.

Sin embargo, le preocupaba la idea de no recordar los diálogos cuando estuviera en escena, cosa que nunca le sucedió: Siempre he tenido una obsesión con la memoria que se refleja en mi trabajo. Hablo mucho de la memoria, del tiempo, de lo pasado, de recuperar cosas, del desuso, del desgaste, todo lo que tiene que ver con lo que ya se hizo, con lo que ya tiene una historia.

Foto
Héctor de Anda, con su obra Bosque petrificado, 1997, terracota y acrílico sobre metal, durante la entrevista con La Jornada en la galería de Eje Central Lázaro Cárdenas 425, colonia NarvarteFoto Jesús Villaseca

Alto y esbelto, De Anda pronto combinó el teatro con el modelaje en las pasarelas y los comerciales. Finalmente dejó el teatro por viajar a Europa, donde trabajó como modelo en París, Milán, Roma, Madrid y Barcelona. Durante una estancia en Florencia estudió historia del arte y fotografía. Sin embargo, quería crecer y desarrollarse en lo plástico. Dejó el modelaje en la cima de su carrera.

De vuelta a México, una invitación de la revista Vogue, primero como modelo y después como editor de moda, modificó sus planes, sin embargo, combinó ese trabajo con la pintura y la cerámica hasta que lo dejó en 1994, luego de 14 años.

Superar muchos prejuicios

–¿Su formación sui géneris ha sido un impedimento para insertarse en el panorama artístico?

–No fue un impedimento, sino un reto, pues tuve que superar muchos prejuicios del medio por haber sido modelo, hecho teatro, por venir de otro mundo. Sin embargo, dije, bueno, en general los artistas cuando lo son de verdad, trabajamos, retamos, luchamos y conseguimos lo que es nuestro objetivo: ser artistas y expresarnos como tales. Sí encontré muchos prejuicios y muchas miradas de reojo al respecto, pero no me importaba, porque finalmente mi vida la iba a vivir yo.

–Además, tuvo éxito.

–Sí, he tenido la fortuna de tener cierto éxito, digamos, se ha vendido mi obra. No hay fórmula. Mi manera de trabajar es a diario buscar nuevas formas y no conflictuarme, no compararme, hacer oídos sordos a todo tipo de prejuicio. Respeto la crítica, porque tampoco te puedes aislar. Siempre me he cuidado de hacer lo que me gusta. No me traiciono, ser congruente es lo que más me importa. Jamás he trabajado para complacer. Asumo que pueda haber influencias de todos los artistas y de toda la historia del arte, pero también de mi experiencia vital y visual.

De Anda define a su obra como personalista. Siempre me he cuidado de no estar en las modas, sino dejarme llevar por mi intuición, por lo que quiero hacer, que me llevará a un resultado personal. Respecto de su evolución, agrega que su labor no es programada: Es trabajo inmediato en la mesa. Lo que me va marcando la pauta, lo desarrollo y me regocijo en ello hasta lograr que me apasione, si no es así, lo deshecho.

Acumulaciones será inaugurada hoy a las 19:30 horas en la galería Eje (Eje Central Lázaro Cárdenas 425, entre Caleta y Quebrada, colonia Narvarte).