Madrid, 13 de octubre.

El presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, dio un paso atrás en su estrategia independentista y anunció al bloque de partidos políticos que apoyaban la consulta soberanista que ésta no se podrá realizar en los términos en los que estaba prevista en el decreto de convocatoria, al estar suspendido de manera cautelar por el Tribunal Constitucional. La alternativa que propone es un proceso de participación ciudadana todavía por decidir, y que estaría entre una consulta alegal (no regulada ni prohibida) o elecciones anticipadas con carácter plebiscitario.

El 9 de noviembre se tenía prevista la primera consulta independentista en la historia de Cataluña, en la que por primera vez se daría la voz a la sociedad catalana para decidir si quería continuar vinculada al Estado español. Pero el proyecto soberanista, que arrancó tras un masivo movimiento social, está al borde del fracaso. Al menos, en los términos en los que se acordó el 28 de septiembre pasado, tras la aprobación en el Parlamento catalán de una ley de consultas.

Mas y su equipo de gobierno, conscientes de las dificultades legales impuestas por la suspensión cautelar y los recursos presentados por el gobierno español de Mariano Rajoy ante el Tribunal Constitucional, decidieron convocar a una reunión urgente de todos los partidos que integran el bloque a favor de la consulta. Acudieron al Palacio de Pedralbes –sede del gobierno catalán– los líderes de Convergencia i Unio (CiU), Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), Iniciativa per Cataluña (ICV) y la CUP.

Reunión de más de 10 horas

El mensaje de Artur Mas, según la versión de los asistentes a la reunión, y a la espera de que lo haga de manera oficial el propio mandatario catalán, es que no había posibilidad de celebrar la consulta en los términos del decreto y, por lo tanto, la única opción viable y que no vulnera la legislación española es celebrar un proceso de participación ciudadana, una vez que este apartado de la ley de consultas no está recurrido por el gobierno ante el TC.

La reunión, que duró más de diez horas, finalizó después de las 22:30 (hora local), cuando empezaron a salir del recinto todos los líderes políticos, que confirmaron que se había planteado otra alternativa, pues no había posibilidad de celebrar la consulta en los términos acordados. No obstante, matizaron que su intención es mantener la unidad y seguir luchando por dar voz a la sociedad catalana.

Se anunciaron, además de movilizaciones ciudadanas, una propuesta consensuada entre todos para suplir la consulta independentista, que podría ser la consulta alegal, que sería como un referendo ciudadano sin carácter legal ni vinculante o, en su defecto, adelantar las elecciones autonómicas y realizar comicios plebiscitarios.

El partido más decepcionado por la decisión del gobierno catalán fue el ERC, principal socio de Artur Mas y su partido, además de ser la formación política que, según las encuestas, se podría convertir en el partido de referencia en Cataluña en los próximos comicios. De hecho, calificó de imposición la propuesta de proceso participativo ciudadano y defendió como única opción real a la consulta la declaración unilateral de independencia por parte del Parlamento catalán, con el argumento de que el Estado español no tiene ni la voluntad ni los instrumentos para dar a voz a la sociedad catalana.

El presidente del Consejo Asesor para la Transición Nacional, Carles Viver Pi-Sunyer, sostuvo que en ningún caso se debe frenar el proceso independentista, sino al contrario, se deberían acordar los nuevos pasos a dar para defender la soberanía catalana frente al Estado español. Y también defendió el escenario de las elecciones anticipadas con carácter plebiscitario, que daría lugar a un nuevo parlamento regional con un mandato muy claro de que tiene que empezar el proceso para crear el Estado independiente. Pero para que no haya frustración colectiva, habrá que explicar lo antes posible los pasos a seguir.

Se prevé que este martes Artur Mas explique qué sigue, y confirme si se mantiene o no la unidad del bloque a favor de la consulta.