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Actúa con criterios ambiguos en beneficio de intereses privados: legislador

El juez Consuelo Soto da facilidades a Oceanografía que no otorgó a Mexicana

En el caso de la línea aérea retrasó medidas que la hubieran salvado, indica Muñoz Soria

 
Periódico La Jornada
Domingo 12 de octubre de 2014, p. 19

La Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) advirtió que el juez Felipe Consuelo Soto, el mismo que actuó como juzgador concursal en el caso de Mexicana (del cual fue removido en agosto de 2012) y ahora se encarga del proceso mercantil de Oceanografía, actúa con criterios ambiguos en beneficio de intereses privados.

José Luis Muñoz Soria, presidente de la comisión legislativa, advierte que Consuelo Soto asumió decisiones que retrasaron acciones económico-financieras que pudieron haber salvado de la quiebra a Mexicana de Aviación.

El legislador perredista expuso que en el caso de Oceanografía, una vez que la Procuraduría General de la República (PGR) solicitó la aprobación del concurso mercantil para esa empresa, existe una investigación en la Comisión de Vigilancia para que la ASF determine cuál fue el desempeño del Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE) de la Secretaría de Hacienda en el proceso seguido al citado corporativo.

En este caso la responsabilidad fiduciaria del SAE tuvo que ser transparente, elaborando un diagnóstico inicial de Oceanografía y la evaluación de ésta. A la fecha, se desconoce si el SAE ha realizado sus tareas cruciales de información; la opacidad con que se maneja impide examinar si cumple o no con sus responsabilidad fiduciarias. En el ámbito de la transparencia evidentemente no cumple con su responsabilidad, en virtud de que ni el Congreso ni la sociedad disponen de los informes en el caso de Oceanografía.

El órgano fiscalizador también estudia la justificación del juez para asignar Oceanografía a sus nuevos propietarios.

Así, una vez que fue admitida la solicitud de la PGR para abrir el concurso mercantil, la conducta del juez Felipe Consuelo Soto ha resultado diametralmente opuesta a la que se observó en el concurso mercantil de Mexicana de Aviación. En el primer caso (el de Oceanografía) sus decisiones han resultado urgentes y rápidas, mientras en el segundo pospusieron la solución a la grave crisis de Mexicana, hasta que fue imposible su rescate, expuso el diputado Muñoz Soria.

El análisis y estudio del caso, que involucra al juzgador, advierte que la decisión de Consuelo Soto de posponer el proceso de restructura de Mexicana de Aviación, con la complacencia del gobierno de Felipe Calderón y su entonces secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, benefició a las empresas de bajo costo Volaris e Interjet.

Esas dos aerolíneas se beneficiaron, y siguen captando ganancias a la alza, con el mercado abandonado por Mexicana, y a la vez aprovechan la infraestructura construida por ésta, que fue quebrantada criminalmente por Gastón Azcárraga, uno de los financieros más activos de Felipe Calderón desde su campaña a la Presidencia.

Ahora, de forma inexplicable, al haberse otorgado el concurso mercantil de Oceanografía al arbitrio de Consuelo Soto, las decisiones de éste se encaminan a beneficiar a empresas del sector de transporte para adquirir la naviera: La asimetría del comportamiento del juez Consuelo puede deberse a las complejidades de cada uno de los casos que ha llevado, pero sin duda sigue la ruta del dinero de aquellos que gozan de influencia en el actual sistema político-económico.

Así, el representante del partido del sol azteca en San Lázaro expone que el juzgador, si bien estudió derecho en la Universidad Nacional Autónoma de México, su carrera y desempeño profesional han estado muy ligados al sector del negocio inmobiliario, de donde pasó al servicio público, después de ejercer un cargo directivo en la iniciativa privada.

Antes de titularse, fungió como pasante en derecho en la empresa Propiedad Inmobiliaria y posteriormente ejerció convirtiéndose en director jurídico de la firma Consuelo Sánchez y Asociados. Como juez concursal de Mexicana de Aviación, sus decisiones retrasaron medidas que pudieron haber salvado a la línea aérea.

A pesar de que el Consejo de la Judicatura Federal lo removió como juez concursal de Mexicana de Aviación en agosto de 2012, reapareció como encargado del concurso mercantil de Oceanografía, donde su actuación ha sido muy distinta, al remover con urgencia las dificultades para que la empresa pueda ser rehabilitada financieramente.