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La casa remata 20 imágenes del fotógrafo, uno de los más provocadores del siglo XX

Subasta de Christie’s homenajea la visión pionera de Helmut Newton

Dejó una huella indeleble en revistas para adultos, como Playboy, y de moda, como Vogue

Su obra yace en una fina línea entre belleza y crueldad, dijo en su momento el diseñador Alexander McQueen

Las piezas salen con precio de 15 mil dólares; algunas ya triplicaron la oferta

Foto
Retrato de Helmut Newton en su casa de Los ÁngelesFoto David Hafey/ cortesía de Casa Christie’s
 
Periódico La Jornada
Domingo 5 de octubre de 2014, p. 2

Esta subasta contiene material explícito, advierte excepcionalmente la Casa Christie’s al anunciar la venta de un lote de 20 fotografías, obras de arte con desnudos, conductas sexuales y otros materiales que algunas personas pueden considerar ofensivos. La obra bajo advertencia se agrupa con el título Helmut Newton Photographs for Playboy: The Collection of Don Sanders.

Son impresiones de parte del trabajo que el afamado fotógrafo hizo para la revista de público adulto, desnudos esculturales posados cinematográficamente contra el telón de fondo de escenas exóticas desde Hollywoood hasta Monte Carlo, se describe en la web.

Las mujeres de Newton lucen como si al tratar de tocarlas te mordieran el brazo, o quizá no sólo eso, expresó alguna vez otro amo de la moda, el diseñador Alexander McQueen. Es una fina línea entre belleza y crueldad.

La galería de estas féminas al desnudo en seductoras imágenes están en Internet desde el pasado 23 de septiembre, en una subasta que concluirá el 7 de octubre. El precio de salida de cada una es de 15 mil dólares. Algunas, hasta ahora, ya triplicaron la oferta. La venta rinde tributo a la visión pionera de Helmut Newton, uno de los fotógrafos más provocadores del siglo XX.

Un pistolero a sueldo, es como Philippe Garner, encargado de la sección de fotografía de Christie’s califica en entrevista a Newton, de origen alemán, que en 1938, con 18 años de edad, huyó hacia Australia del exterminio nazi. Años más tarde, creó todo un estilo de glamour y seducción en París para las revistas de moda. Helmut dejó una huella indeleble, apunta.

Corazón y alma

Muy decidido y determinado, con un espíritu independiente, fue ante todo un fotógrafo comercial que no dejaba de tomar imágenes para sí mismo, pero el corazón y alma de su obra están realmente en su trabajo comisionado, es la opinión del experto.

Garner encontró a Helmut en los años 60 del siglo pasado en las publicaciones, cuando siendo adolescente coleccionaba los recortes. Lo conoció personalmente en 1975 en París, se volvieron amigos, además de que escribió varios textos sobre su fotografía.

Cuenta en la entrevista divulgada por la casa de subastas que cuando Newton comenzó a colaborar con Playboy le pidieron hacer desnudos, pero nada tan perverso como lo que hizo en Francia para las revistas. “Amaba más que nada probar los límites. ¿Cuán erótica podría ser una foto de moda en Vogue? ¿Cuán perverso puedes hacer un desnudo en Playboy?”

En la página digital dedicada a la subasta, Newton, en calzoncillos, con el pecho desnudo, reposa la mano sobre un tronco y con la otra enmascara medio rostro con su cámara, objeto de su transgresión que no se le desligará a su imagen, aún después de su muerte en 2004. Más abajo, comienza el desfile de musas, que de la sofisticación de bolsos, zapatos y costosas prendas de diseñador, obras de la moda burguesa de las revistas de alta costura, se transforman en la provocación exuberante de la desnudez convidada sin rubor alguno.

El escaparate se desenvuelve al sonido del clic, que magnifica la imagen con sus datos técnicos y el historial de la puja, que día a día se incrementa. Rubias en un apartamento de clase media en Los Ángeles, un par de morenas en el parisino Museo Quai d’Orsay en espejo delirante. En la ducha, en la cama, en el porche o en las escaleras de la entrada, sobre el escenario frente a la multitud o en la cancha de tenis, otra junto a un auto descapotable y un cactus mira hacia el icónico letrero de Hollywood entre la desértica colina californiana. Todas desafiantes y sin tapujos. Algunas en blanco y negro, otras a colores. Inalcanzables, fuertes y voluptuosas.

Helmut amaba a las mujeres de fuerte personalidad. No estaba interesado en las niñas esqueléticas románticamente abandonadas. Apreciaba a las mujeres con presencia física con alta estima de sí mismas, con aura. Pero sobre todo, se sintió atraído por el tipo de mujer que estaba en sintonía con su sexualidad y sabía cómo jugar con ello, acota Garner.

Advierte: Quien no conoce su trabajo, quien no se ha tomado el tiempo para mirar el detalle, puede hacer un juicio simplista y superficial. Sólo percibir gran cantidad de carne desnuda, figuras llenas de glamour y símbolos de fetichismo, con cadenas y cuero, y es todo. Pero sólo es un elemento, aunque muy impactante, de la obra de Helmut. Las fotografías contienen una rica narrativa.

Un recuadro rojo mantiene el conteo de los días, horas y minutos que quedan para que el mejor postor gane estas bellezas. O al menos, acuda a la pasarela internauta en www.christies.com/onlineonly, de observador de recortes de las viejas revistas.

La advertencia permanece: “Usted está de acuerdo en que Christie’s no tendrá ninguna responsabilidad de cualquier naturaleza por las consecuencias del acceso o uso del contenido en este sitio”.