Luego de dejar escapar tres victorias en casa y de tener que conformarse con empates ante Xolos, Tigres y Jaguares, los Pumas de la UNAM se disponen a ir a Puebla con una espina clavada, con ese trago amargo, y con mucho ánimo de revancha, señaló ayer el delantero Eduardo Herrera.

El asunto de no saber manejar un partido cuando llevan ventaja en el marcador, y el no poder ganar en el estadio México 68 a lo largo del torneo Apertura 2014 les ha robado tranquilidad. Herrera, serio, confesó en rueda de prensa que no pudo dejar de darle vueltas a ese pensamiento: Ayer todo el día la pasé mal recordando esa situación, pero a partir de hoy hay que cambiar el chip, pensar en el partido del miércoles y prepararlo de la mejor manera para sacar los tres puntos, expuso el canterano, quien resaltó que para cumplir su meta de ubicarse en la liguilla deben sumar los siguientes seis puntos: tres frente al Puebla y tres ante la Universidad de Guadalajara.

Los auriazules han sido a lo largo del certamen uno de los equipos con mejor desempeño en condición de visitante, por lo que esperan mantener esa tendencia en los estadios Cuauhtémoc y Jalisco este miércoles y sábado; no obstante, Herrera subrayó que no deben dejar escapar más puntos aquí, pues un equipo que aspira a calificar y a ser campeón no sólo debe ser fuerte en patio ajeno, sino, sobre todo, en su casa, remarcó.

Respecto a la acción en la que Alejandro Palacios se equivocó y permitió un gol que derivó en el empate (2-2 ante Jaguares), mencionó que el Pikolín no necesita disculparse con el grupo, al contrario, todos le dieron respaldo y confianza.