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El presidente Peña se retiró a atender la emergencia por lluvias

Sobrio y protocolario Grito en un Zócalo que no se llenó
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El presidente Enrique Peña Nieto hizo tañer la campana de Dolores para luego lanzar la arenga en honor a los héroes patriosFoto Cristina Rodríguez
 
Periódico La Jornada
Miércoles 17 de septiembre de 2014, p. 10

Ajustado al protocolo, el presidente Enrique Peña Nieto cumplió desde el balcón central de Palacio Nacional el ritual de la arenga en honor a los héroes de la Independencia. El tradicional Grito duró esta vez un minuto. Media hora antes, le bastaron 112 caracteres para hacerlo a través de su cuenta de Twitter.

A las 23 horas del 15 de septiembre, el mandatario se asomó al balcón presidencial portando la bandera tricolor para encabezar el 204 aniversario del inicio del movimiento independentista.

Sin sorpresas en los nombres de los héroes, ni en las arengas, Peña Nieto –con la banda presidencial al pecho– hizo repicar la campana de Dolores para citar a Hidalgo, Morelos, Josefa Ortiz de Domínguez, Allende, Aldama, Galeana, Matamoros y Guerrero. Después vendrían un ‘‘¡viva la Independencia nacional!’’, y tres vivas más a México. Luego, el Himno Nacional, entonado por miles de personas que esta vez no llenaron el Zócalo.

Antes, Peña escribió en su cuenta @EPN: ‘‘¡Vivan los héroes que nos dieron patria y libertad! ¡Viva esta gran nación que nos une! ¡Viva México!’’.

Tras el Grito de Independencia, el presidente Peña Nieto desapareció del balcón central apenas unos momentos, para regresar la bandera nacional que minutos antes había recibido de una escolta de cadetes. Reapareció entonces acompañado por su esposa, la señora Angélica Rivera, y sus hijos, para presenciar los juegos pirotécnicos lanzados durante casi 15 minutos.

Los funcionarios del gabinete legal y ampliado, los representantes de los poderes Legislativo –los perredistas Silvano Aureoles y Miguel Barbosa–, Judicial, e integrantes del cuerpo diplomático, así como invitados especiales, permanecieron en varios de los salones del inmueble para después pasar al Patio Central donde se realizaría la recepción y se serviría una cena.

El presidente Peña anunció que no se quedaría al convivio, pues empezaría a atender los daños dejados por las fuertes lluvias en algunas entidades. Ahí mismo anunció a los presentes que, tras el desfile militar del martes 16, viajaría a Baja California Sur para coordinar las acciones de apoyo y reconstrucción de las comunidades afectadas por el huracán Odile. Minutos más tarde lo informaría también en su cuenta de Twitter.

Situación similar ocurrió el año pasado, cuando la tormenta tropical Manuel y el huracán Ingrid, en las costas del Pacífico y el Golfo de México, respectivamente, afectaron una veintena de entidades con fuertes lluvias e inundaciones.

Antes de retirarse de Palacio Nacional, el presidente Peña convocó a los mexicanos a tener muy presente esta fecha emblemática de nuestra historia, que nos dio la libertad a los mexicanos de poder construir, generación tras generación, el modelo de país que queremos, con más y mejores oportunidades y desarrollo.

Pidió reflexionar sobre la gran oportunidad de impulsar las transformaciones, no sólo de orden legal, como las que ya han tenido lugar y las que eventualmente vengan a futuro, sino de emprender un cambio de actitud y entender que sólo nosotros y nadie más vendrá a hacer lo que no seamos capaces de construir.

‘‘En ese empeño estamos. Ese es el llamado y la convocatoria que ha hecho el gobierno de la República con absoluto respeto a las diferencias, a la diversidad política que en distintos ámbitos se da en nuestro país y que lo enriquece’’, dijo.