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Ciencia: segundo Informe y presupuesto 2015
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ás que logros espectaculares, en el más reciente informe de gobierno del presidente Enrique Peña Nieto se muestran tendencias. Caminos (algunos inéditos) que podrían ensancharse para que la ciencia y la tecnología puedan llegar a ser realmente elementos claves para el desarrollo económico y social de México. Es el segundo año, todo es relativamente reciente. Hace apenas unas semanas se presentó el programa nacional de ciencia y tecnología (PECITI). El tiempo que ha transcurrido ha servido apenas para madurar ideas, establecer acuerdos, expresar hacia dónde ir… emprender el camino.

Detrás de los conceptos y los números que forman parte del texto del segundo informe y sus anexos, hay en el Poder Ejecutivo un equipo humano encabezado por científicos, tanto en el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) como en la propia Oficina de la Presidencia. Son investigadores reconocidos en sus respectivos campos que tienen el propósito de hacer avanzar estas actividades. Por ahora se les ha permitido actuar.

Algunas de las tendencias que se dibujan en el informe son muy importantes, como en el terreno del presupuesto. Se ha avanzado, pero todavía no lo suficiente. Estamos a la mitad del camino, en 0.56 por ciento del producto interno bruto (PIB); sin embargo, en el texto se mantiene el compromiso de alcanzar el 1 por ciento para 2018, lo cual es algo positivo (aunque ya abiertamente se refiere a una meta en la que habrán de concurrir tanto la inversión pública como la privada).

Una de las tendencias más promisorias que se expresan en este informe es la creación de nuevos centros de investigación, como la Casa Matemática en Oaxaca; el Centro de Investigación en Matemáticas, Unidad Yucatán; el Centro de Innovación y Desarrollo Tecnológico en Campeche, y el Centro de Innovación y Competitividad en Energías Renovables y Medio Ambiente, en Durango. Esta es sin duda una de las rutas por las que hay que seguir, pues además se unen a otro gran propósito: la descentralización y el desarrollo regional, en áreas del conocimiento tanto básicas como aplicadas.

El fortalecimiento de los recursos humanos es otra de las tendencias que asoman, con el incremento en las becas de posgrado y del presupuesto en el Sistema Nacional de Investigadores. Una de las más importantes acciones ha sido la creación de nuevas plazas para investigadores jóvenes, cerca de 500, que es apenas una muestra de lo que se puede hacer, pues todavía hay buen número de científicos mexicanos recién graduados de los programas de doctorado que no tienen trabajo y que pueden perderse.

Pero eso fue 2014. ¿Qué es lo que sigue?

Como si fuera parte del mismo libreto, luego que Peña Nieto entregó su segundo informe y leyó el mensaje político, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, que encabeza Luis Videgaray, presentó el paquete económico para 2015, que incluye el proyecto de presupuesto para el próximo año.

Aunque se requerirá de un análisis minucioso del gasto del gobierno federal para ciencia y tecnología en esta propuesta, puede decirse que hay un incremento para ciencia, tecnología e innovación, pues en el proyecto supera los 88 mil millones de pesos (unos 6 mil 200 millones más que en 2014 precios corrientes). Dentro de este gasto nuevamente es el Conacyt la entidad más fortalecida, pues su presupuesto será de 33 mil 706 millones, casi 5 por ciento superior en términos reales al del año previo.

Se trata de un incremento modesto para 2015 –el cual todavía puede ser modificado favorablemente por los legisladores–, pero, observado como tendencia de crecimiento, hace pensar que la meta del 1 por ciento del PIB se encuentra en riesgo.