Lo que inició como una terapia física, al paso de los años la llevó a convertirse en una de las nadadoras adaptadas más destacadas del país, con alrededor de 100 medallas, que ha conquistado en diferentes latitudes del orbe en años recientes: oro, plata y bronce, aunque no tiene la cuenta exacta de cada logro.

Su nombre es Vianney Trejo Delgadillo, competidora de 1.28 metros de estatura que nació con malformaciones físicas, lo que si bien ha provocado tener que afrontar muchos obstáculos, también me ha brindado la oportunidad de crecer como persona y como nadadora.

Sus anteojos acentúan el color claro de sus ojos cafés. Se expresa con orgullo de sus éxitos, sabedora de que si no fuera por sus padres no hubiera llegado tan lejos: es la tercera clasificada en el orbe –hace poco fue la segunda– en su categoría.

Al término de la presentación de los Juegos del Deporte Adaptado de la Ciudad de México, a celebrarse esta semana en la Ciudad Deportiva, la ninfa juvenil tiene la mente puesta en el Campeonato Mundial de la especialidad, pero igualmente buscará ganarse un lugar para representar al país en los Juegos Parapanamericanos de Toronto 2015.

Además, trabaja para llegar a la justa paralímpica de Río 2016, en la cual también planea brillar, igual que en los estudios –con promedio de casi nueve–, ya que quiere ser criminalista o sicóloga.

La Sala de Armas de la Magdalena Mixhiuca se convirtió la mañana de ayer en un salón de fiesta con la asistencia de los cerca de 2 mil 500 competidores de 31 disciplinas.

El director del Instituto del Deporte capitalino, Horacio de la Vega, expuso que los recursos que se invierten en este tipo de deportistas no son un gasto, son una inversión bien hecha que ha dado grandes satisfacciones a la ciudad y al país.